‘Generative coding’: el nuevo lenguaje de poder en la economía de IA

El desarrollo impulsado por inteligencia artificial está acelerando la creación de software y permitiendo que cualquiera construya productos digitales. Esto también representa riesgos para la calidad y la escalabilidad.

Por Ricardo Rebolledo | Dic 12, 2025
Curly_photo | Getty Images

Las opiniones expresadas por los colaboradores de Entrepreneur son personales.

Conclusiones Clave

  • La velocidad sin arquitectura genera riesgos: solo los equipos que combinen IA con control técnico real podrán escalar sin comprometer calidad.

La industria tecnológica está entrando en una fase que pocos anticiparon y que hoy resulta imposible ignorar. El surgimiento del llamado generative coding (también conocido como vibe coding), es decir, el desarrollo impulsado por inteligencia artificial (IA) donde la intención sustituye a la sintaxis, y que está reconfigurando silenciosamente la cadena de producción del software. 

Hasta hace tres años, la automatización del código era un experimento prometedor; hoy es una práctica expandiéndose a una velocidad que supera tanto a la regulación como a los procesos internos de la mayoría de las empresas. No se trata de una moda ni de una exageración mediática, sino de un fenómeno que ya está impactando la economía, los flujos de inversión y la estructura del talento.

Forbes reportó que las startups creadas bajo este modelo han reducido entre 60% y 80% los tiempos de desarrollo preliminar, permitiendo que fundadores no técnicos, desde adolescentes hasta emprendedores sin experiencia previa en ingeniería, lancen productos funcionales capaces de atraer usuarios y capital en cuestión de semanas.

Ese mismo análisis identifica un patrón inquietante: el número de proyectos que alcanzan tracción temprana sin equipos de ingeniería formales creció alrededor de 40% en el último año, impulsado por herramientas que interpretan instrucciones humanas y las convierten en código ejecutable. Lo que alguna vez fue un umbral dominado por habilidades técnicas hoy se reduce a un diálogo estructurado con un modelo generativo.

Sin embargo, la velocidad trae consigo una sombra técnica que no puede ignorarse. Wired advierte sobre un “punto de quiebre” para la ingeniería, ya que la proliferación de sistemas creados por IA sin arquitectura sólida está generando deuda técnica a un ritmo que supera la capacidad de los equipos humanos para revisarla.

El medio revela que más del 55% del código generado por IA en entornos corporativos presenta problemas de mantenibilidad o seguridad cuando se somete a análisis profundo. El riesgo no está en que la IA produzca errores (los desarrolladores también lo hacen) sino en que los equipos no detectan ni comprenden completamente las decisiones que la máquina tomó durante el proceso creativo, lo que abre un vacío de responsabilidad que la regulación aún no puede llenar.

En su análisis más reciente sobre generative coding, IBM coincide en que el fenómeno no es meramente técnico, sino organizacional. La compañía identifica que las empresas que adoptan la inteligencia artificial solo como herramienta de aceleración terminan enfrentando fallas estructurales en etapas críticas del ciclo de vida del software, mientras que aquellas que establecen un marco de gobernanza desde el principio logran desplegar productos más rápido sin sacrificar calidad.

La clave no está en dejar que el modelo genere todo, sino en construir un circuito de control humano que supervise arquitectura, seguridad, trazabilidad y validación. Para IBM, el generative coding no reemplaza a los ingenieros, sino que redistribuye su rol hacia auditoría, diseño de sistemas y toma de decisiones estratégicas.

Relacionado: Por qué todas las empresas necesitarán un especialista en IA para 2026 — y qué pasa si no lo contratas

El doble filo de la IA

La industria ya está reflejando este doble filo. Fondos de capital de riesgo reportan un incremento en startups formadas por equipos ultraligeros (a veces de una sola persona) capaces de construir MVPs competitivos en días, no meses. Sin embargo, conforme estas compañías pasan a etapas de escalamiento, muchas descubren que la velocidad inicial no sustituye la necesidad de arquitectura real, lo que está obligando a los inversionistas a revisar con lupa la sostenibilidad técnica detrás de productos armados casi por completo con IA.

El resultado ha sido un nuevo tipo de due diligence: uno donde importa menos quién escribió el código y más si ese código puede ser mantenido, auditado y escalado por humanos en el mediano plazo.

Relacionado: ‘Vibe coding’: el método con el que Alexandr Wang quiere que los jóvenes aprendan tecnología

Vibe coding en América Latina: una gran oportunidad

En Latinoamérica, donde las barreras técnicas históricamente han limitado la creación de productos digitales, el vibe coding abre una oportunidad sin precedentes. La posibilidad de prototipar sin equipos grandes ni inversión inicial está democratizando el acceso a la innovación; empresas que antes dependían de outsourcing ahora pueden validar ideas internamente y a velocidad. El desafío, sin embargo, es evitar que esta accesibilidad genere una falsa sensación de madurez tecnológica. La región necesita combinar la agilidad creativa que habilita la IA con estándares de ingeniería que protejan infraestructura, usuarios y reputación corporativa.

El debate, entonces, no debe girar en torno a si la IA reemplazará a los desarrolladores, sino a cómo las empresas reorganizarán sus capacidades para un entorno donde la creatividad es el nuevo punto de partida y la ingeniería es el guardián indispensable que convierte esa creatividad en infraestructura sostenible. El generative coding no democratiza la producción final: democratiza el inicio. El valor empresarial emergerá de quienes entiendan esa diferencia y diseñen modelos híbridos donde la libertad creativa conviva con la disciplina técnica.

La industria tecnológica ha vivido olas de transformación antes, pero pocas han movido tanto la frontera del quién puede crear. La pregunta para las empresas no es si deben adoptar generative coding, sino qué tan preparadas están para manejar sus consecuencias. Porque el futuro no recompensará a quienes corran más rápido, sino a quienes sepan construir sistemas que no colapsen mientras lo hacen.

Relacionado:‘Vibe coding’: la forma rápida de crear apps con inteligencia artificial

Conclusiones Clave

  • La velocidad sin arquitectura genera riesgos: solo los equipos que combinen IA con control técnico real podrán escalar sin comprometer calidad.

La industria tecnológica está entrando en una fase que pocos anticiparon y que hoy resulta imposible ignorar. El surgimiento del llamado generative coding (también conocido como vibe coding), es decir, el desarrollo impulsado por inteligencia artificial (IA) donde la intención sustituye a la sintaxis, y que está reconfigurando silenciosamente la cadena de producción del software. 

Hasta hace tres años, la automatización del código era un experimento prometedor; hoy es una práctica expandiéndose a una velocidad que supera tanto a la regulación como a los procesos internos de la mayoría de las empresas. No se trata de una moda ni de una exageración mediática, sino de un fenómeno que ya está impactando la economía, los flujos de inversión y la estructura del talento.

Forbes reportó que las startups creadas bajo este modelo han reducido entre 60% y 80% los tiempos de desarrollo preliminar, permitiendo que fundadores no técnicos, desde adolescentes hasta emprendedores sin experiencia previa en ingeniería, lancen productos funcionales capaces de atraer usuarios y capital en cuestión de semanas.

Ese mismo análisis identifica un patrón inquietante: el número de proyectos que alcanzan tracción temprana sin equipos de ingeniería formales creció alrededor de 40% en el último año, impulsado por herramientas que interpretan instrucciones humanas y las convierten en código ejecutable. Lo que alguna vez fue un umbral dominado por habilidades técnicas hoy se reduce a un diálogo estructurado con un modelo generativo.

Sin embargo, la velocidad trae consigo una sombra técnica que no puede ignorarse. Wired advierte sobre un “punto de quiebre” para la ingeniería, ya que la proliferación de sistemas creados por IA sin arquitectura sólida está generando deuda técnica a un ritmo que supera la capacidad de los equipos humanos para revisarla.

El medio revela que más del 55% del código generado por IA en entornos corporativos presenta problemas de mantenibilidad o seguridad cuando se somete a análisis profundo. El riesgo no está en que la IA produzca errores (los desarrolladores también lo hacen) sino en que los equipos no detectan ni comprenden completamente las decisiones que la máquina tomó durante el proceso creativo, lo que abre un vacío de responsabilidad que la regulación aún no puede llenar.

En su análisis más reciente sobre generative coding, IBM coincide en que el fenómeno no es meramente técnico, sino organizacional. La compañía identifica que las empresas que adoptan la inteligencia artificial solo como herramienta de aceleración terminan enfrentando fallas estructurales en etapas críticas del ciclo de vida del software, mientras que aquellas que establecen un marco de gobernanza desde el principio logran desplegar productos más rápido sin sacrificar calidad.

La clave no está en dejar que el modelo genere todo, sino en construir un circuito de control humano que supervise arquitectura, seguridad, trazabilidad y validación. Para IBM, el generative coding no reemplaza a los ingenieros, sino que redistribuye su rol hacia auditoría, diseño de sistemas y toma de decisiones estratégicas.

Relacionado: Por qué todas las empresas necesitarán un especialista en IA para 2026 — y qué pasa si no lo contratas

El doble filo de la IA

La industria ya está reflejando este doble filo. Fondos de capital de riesgo reportan un incremento en startups formadas por equipos ultraligeros (a veces de una sola persona) capaces de construir MVPs competitivos en días, no meses. Sin embargo, conforme estas compañías pasan a etapas de escalamiento, muchas descubren que la velocidad inicial no sustituye la necesidad de arquitectura real, lo que está obligando a los inversionistas a revisar con lupa la sostenibilidad técnica detrás de productos armados casi por completo con IA.

El resultado ha sido un nuevo tipo de due diligence: uno donde importa menos quién escribió el código y más si ese código puede ser mantenido, auditado y escalado por humanos en el mediano plazo.

Relacionado: ‘Vibe coding’: el método con el que Alexandr Wang quiere que los jóvenes aprendan tecnología

Vibe coding en América Latina: una gran oportunidad

En Latinoamérica, donde las barreras técnicas históricamente han limitado la creación de productos digitales, el vibe coding abre una oportunidad sin precedentes. La posibilidad de prototipar sin equipos grandes ni inversión inicial está democratizando el acceso a la innovación; empresas que antes dependían de outsourcing ahora pueden validar ideas internamente y a velocidad. El desafío, sin embargo, es evitar que esta accesibilidad genere una falsa sensación de madurez tecnológica. La región necesita combinar la agilidad creativa que habilita la IA con estándares de ingeniería que protejan infraestructura, usuarios y reputación corporativa.

El debate, entonces, no debe girar en torno a si la IA reemplazará a los desarrolladores, sino a cómo las empresas reorganizarán sus capacidades para un entorno donde la creatividad es el nuevo punto de partida y la ingeniería es el guardián indispensable que convierte esa creatividad en infraestructura sostenible. El generative coding no democratiza la producción final: democratiza el inicio. El valor empresarial emergerá de quienes entiendan esa diferencia y diseñen modelos híbridos donde la libertad creativa conviva con la disciplina técnica.

La industria tecnológica ha vivido olas de transformación antes, pero pocas han movido tanto la frontera del quién puede crear. La pregunta para las empresas no es si deben adoptar generative coding, sino qué tan preparadas están para manejar sus consecuencias. Porque el futuro no recompensará a quienes corran más rápido, sino a quienes sepan construir sistemas que no colapsen mientras lo hacen.

Relacionado:‘Vibe coding’: la forma rápida de crear apps con inteligencia artificial

The rest of this article is locked.

Join Entrepreneur+ today for access.

Subscribe Now

Already have an account? Sign In

Ricardo Rebolledo

Country Manager México en 2Brains | Experto en Pagos Digitales, Transformación y Riesgo Crediticio

Contenido Relacionado