Esta es la prueba de que no necesitas seguidores para ganar dinero con tus redes sociales
Una nueva ola de creadores está rechazando el conteo de seguidores y la presión de hacerse viral — y aun así ganando más que los influencers tradicionales.
Las opiniones expresadas por los colaboradores de Entrepreneur son personales.
Conclusiones Clave
- La economía de los influencers está perdiendo fuerza. Es volátil, puede llevar fácilmente al agotamiento y no garantiza ingresos constantes.
- La economía del antiinfluencer es una nueva forma de ganar dinero en línea que remunera a los creadores por el valor que aportan, no por la cantidad de seguidores. A las marcas les importa menos quién eres y más qué tan bien funciona tu contenido.
- Este modelo funciona porque es accesible, sostenible y se basa en resultados reales. Cualquiera puede empezar con contenido UGC, reseñas en Amazon o contenido para TikTok Shop.
Seamos honestos: la cultura del influencer es agotadora. La publicación constante. La vida perfectamente curada. Ese baile entre lo “cercano” y lo “aspiracional” que, de alguna manera, siempre termina en agotamiento y facturas sin pagar.
Durante años he observado la economía de los influencers desde la barrera. Y aunque respeto el esfuerzo, no podía dejar de preguntarme: ¿qué pasa con el resto de nosotros?
¿Qué hay de las mamás que no tienen tiempo para construir una marca personal entre recoger a los niños del kínder y preparar la cena? ¿Qué hay de los introvertidos que quieren ingresos en línea, pero no desean compartir su vida personal? ¿Qué hay de las personas (como yo) que simplemente quieren que les paguen sin volverse “famosas”?
Aquí entra la economía del antiinfluencer. Es silenciosa, es efectiva y está poniendo de cabeza al mundo de los creadores.
Relacionado: Cómo evitar ser estafado por personas influyentes con seguidores falsos
Entonces, ¿qué es exactamente la economía del antiinfluencer?
La economía del antiinfluencer es una nueva manera de generar ingresos en línea que no depende de tener seguidores, compartir tu vida personal ni perseguir tendencias.
Se trata de aprender a crear contenido simple que genere resultados reales: videos que ayuden a las marcas a vender, incluso si nadie sabe quién eres.
Eso puede significar:
- Grabar videos cortos de contenido generado por los usuarios (UGC) que se sientan como recomendaciones, no como anuncios.
- Reseñar productos en Amazon (sí, de verdad, es todo un nicho).
- Crear contenido sencillo para TikTok Shop que presente productos a las personas correctas, de la manera correcta.
No necesitas audiencia. No tienes que publicar en tu feed personal. Solo contenido que funcione.
Yo construí mi negocio con este modelo y he enseñado a miles de estudiantes —la mayoría verdaderos principiantes— a hacer lo mismo. Todos los días, en nuestra comunidad de Facebook, escuchamos historias de éxito: $250 dólares gracias a un video en TikTok Shop, el primer acuerdo con una marca, comisiones de reseñas en Amazon llegando más rápido de lo esperado.
No son los típicos influencers de selfies y Porsches (aunque si lo son, ¡también los queremos y son bienvenidos!). Son personas comunes que decidieron dejar de esperar y empezar a generar ingresos.
Relacionado: Tus seguidores no importan: esto es lo que deberías de buscar de tus redes sociales
¿La antigua economía del influencer? Está agotada
Digámoslo como es: el modelo tradicional del influencer ya está desgastado.
Durante años, la fórmula fue “construye una audiencia, conviértete en una marca y cobra”. Pero hay algo que casi nunca te dicen:
- El algoritmo cambia cada cinco minutos.
- Compartir tu vida personal atrae negatividad y opiniones no deseadas.
- El agotamiento viene incluido en el modelo de negocio.
Y quizá lo peor de todo: nada de esto garantiza ingresos constantes. Conozco influencers con más de 100,000 seguidores que no pueden predecir cuánto ganarán el próximo mes.
Eso no es libertad, es volatilidad.
La economía del antiinfluencer es distinta. Está basada en habilidades, no en estatus. A las marcas les importa menos quién eres y más qué tan bien funciona tu contenido.
¿Puedes lograr que alguien dé clic en “agregar al carrito”? Perfecto. Eso es lo que hace que te paguen.
Relacionado: Tu marca personal es tu seguro laboral — Aquí tienes 3 formas de construirla
¿Por qué funciona mejor que la fama?
Esta es la razón por la que este modelo funciona (y sigue funcionando):
1. Es accesible
No necesitas “entrar” en la industria. No necesitas un nicho, un calendario de contenidos ni un plan de lanzamiento de seis semanas. Solo necesitas aprender a crear contenido que venda — y esa es una habilidad que se puede enseñar.
La mayoría de mis estudiantes empiezan desde cero. Algunos ni siquiera tienen una cuenta de TikTok cuando empezamos. Y aun así, están generando ingresos en cuestión de semanas, porque están aprendiendo lo que realmente importa.
2. Es sostenible
No dependo de un momento viral para pagar la renta.
La economía del antiinfluencer te permite construir sistemas. Sistemas repetibles. Contenido que no caduca en 24 horas. Eso es lo que hace que este modelo sea estable a largo plazo, y se puede implementar desde cualquier lugar del mundo con una conexión a internet.
3. Está basada en resultados reales
Este modelo no se trata de convertirte en una personalidad. Se trata de convertirte en un profesional.
Cuando puedes entregar contenido que funciona —ya sea una reseña de 15 segundos en Amazon o una demo para TikTok Shop— te vuelves valioso para las marcas. Ese valor no desaparece si un día bajan las visualizaciones.
Es un ingreso constante y escalable. Y es un trabajo del que puedes sentirte orgulloso, aunque nadie le dé “like”.
Relacionado: Sam Altman advierte que los bots están haciendo que las redes sociales se sientan cada vez más falsas
Para quién es esto (pista: podría ser para ti)
Creé El método antiinfluencer (The Anti-Influencer Method™) para personas como yo:
- Mamás que quieren más libertad sin sumar más estrés.
- Introvertidos que quieren generar ingresos en línea sin convertirse en una marca.
- Creativos que ya no creen que visibilidad = valor.
- Escépticos que quieren ver ingresos reales, no promesas vagas.
Esto no se trata de “esforzarte más”. Se trata de trabajar de forma más inteligente y dejar que el contenido haga el trabajo pesado.
No soy especial. No empecé con habilidades técnicas ni con un título en marketing. Empecé con deudas, dos hijos y una necesidad urgente de algo flexible y real.
Eso fue hace cuatro años. Desde entonces, pagué una deuda de más de $60,000 dólares, dejé mi trabajo en el gobierno y construí un negocio que sostiene a mi familia y a miles de estudiantes.
No porque me hiciera viral. Sino porque aprendí a vender con contenido — y luego enseñé a otros a hacer lo mismo.
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El gran cambio: habilidades por encima del estatus
La economía de los creadores está madurando. Las marcas se están volviendo más inteligentes. Las audiencias buscan autenticidad. Y los creadores se están dando cuenta de que no necesitan convertirse en figuras públicas para generar ingresos reales. No necesitas una plataforma enorme para tener éxito. Necesitas un plan. Si estás listo para que te paguen por tus habilidades —y no por lo bien que manejas los filtros de Instagram— me encantaría mostrarte lo que es posible.
Conclusiones Clave
- La economía de los influencers está perdiendo fuerza. Es volátil, puede llevar fácilmente al agotamiento y no garantiza ingresos constantes.
- La economía del antiinfluencer es una nueva forma de ganar dinero en línea que remunera a los creadores por el valor que aportan, no por la cantidad de seguidores. A las marcas les importa menos quién eres y más qué tan bien funciona tu contenido.
- Este modelo funciona porque es accesible, sostenible y se basa en resultados reales. Cualquiera puede empezar con contenido UGC, reseñas en Amazon o contenido para TikTok Shop.
Seamos honestos: la cultura del influencer es agotadora. La publicación constante. La vida perfectamente curada. Ese baile entre lo “cercano” y lo “aspiracional” que, de alguna manera, siempre termina en agotamiento y facturas sin pagar.
Durante años he observado la economía de los influencers desde la barrera. Y aunque respeto el esfuerzo, no podía dejar de preguntarme: ¿qué pasa con el resto de nosotros?
¿Qué hay de las mamás que no tienen tiempo para construir una marca personal entre recoger a los niños del kínder y preparar la cena? ¿Qué hay de los introvertidos que quieren ingresos en línea, pero no desean compartir su vida personal? ¿Qué hay de las personas (como yo) que simplemente quieren que les paguen sin volverse “famosas”?
Aquí entra la economía del antiinfluencer. Es silenciosa, es efectiva y está poniendo de cabeza al mundo de los creadores.
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Entonces, ¿qué es exactamente la economía del antiinfluencer?
La economía del antiinfluencer es una nueva manera de generar ingresos en línea que no depende de tener seguidores, compartir tu vida personal ni perseguir tendencias.
Se trata de aprender a crear contenido simple que genere resultados reales: videos que ayuden a las marcas a vender, incluso si nadie sabe quién eres.
Eso puede significar:
- Grabar videos cortos de contenido generado por los usuarios (UGC) que se sientan como recomendaciones, no como anuncios.
- Reseñar productos en Amazon (sí, de verdad, es todo un nicho).
- Crear contenido sencillo para TikTok Shop que presente productos a las personas correctas, de la manera correcta.
No necesitas audiencia. No tienes que publicar en tu feed personal. Solo contenido que funcione.
Yo construí mi negocio con este modelo y he enseñado a miles de estudiantes —la mayoría verdaderos principiantes— a hacer lo mismo. Todos los días, en nuestra comunidad de Facebook, escuchamos historias de éxito: $250 dólares gracias a un video en TikTok Shop, el primer acuerdo con una marca, comisiones de reseñas en Amazon llegando más rápido de lo esperado.
No son los típicos influencers de selfies y Porsches (aunque si lo son, ¡también los queremos y son bienvenidos!). Son personas comunes que decidieron dejar de esperar y empezar a generar ingresos.
Relacionado: Tus seguidores no importan: esto es lo que deberías de buscar de tus redes sociales
¿La antigua economía del influencer? Está agotada
Digámoslo como es: el modelo tradicional del influencer ya está desgastado.
Durante años, la fórmula fue “construye una audiencia, conviértete en una marca y cobra”. Pero hay algo que casi nunca te dicen:
- El algoritmo cambia cada cinco minutos.
- Compartir tu vida personal atrae negatividad y opiniones no deseadas.
- El agotamiento viene incluido en el modelo de negocio.
Y quizá lo peor de todo: nada de esto garantiza ingresos constantes. Conozco influencers con más de 100,000 seguidores que no pueden predecir cuánto ganarán el próximo mes.
Eso no es libertad, es volatilidad.
La economía del antiinfluencer es distinta. Está basada en habilidades, no en estatus. A las marcas les importa menos quién eres y más qué tan bien funciona tu contenido.
¿Puedes lograr que alguien dé clic en “agregar al carrito”? Perfecto. Eso es lo que hace que te paguen.
Relacionado: Tu marca personal es tu seguro laboral — Aquí tienes 3 formas de construirla
¿Por qué funciona mejor que la fama?
Esta es la razón por la que este modelo funciona (y sigue funcionando):
1. Es accesible
No necesitas “entrar” en la industria. No necesitas un nicho, un calendario de contenidos ni un plan de lanzamiento de seis semanas. Solo necesitas aprender a crear contenido que venda — y esa es una habilidad que se puede enseñar.
La mayoría de mis estudiantes empiezan desde cero. Algunos ni siquiera tienen una cuenta de TikTok cuando empezamos. Y aun así, están generando ingresos en cuestión de semanas, porque están aprendiendo lo que realmente importa.
2. Es sostenible
No dependo de un momento viral para pagar la renta.
La economía del antiinfluencer te permite construir sistemas. Sistemas repetibles. Contenido que no caduca en 24 horas. Eso es lo que hace que este modelo sea estable a largo plazo, y se puede implementar desde cualquier lugar del mundo con una conexión a internet.
3. Está basada en resultados reales
Este modelo no se trata de convertirte en una personalidad. Se trata de convertirte en un profesional.
Cuando puedes entregar contenido que funciona —ya sea una reseña de 15 segundos en Amazon o una demo para TikTok Shop— te vuelves valioso para las marcas. Ese valor no desaparece si un día bajan las visualizaciones.
Es un ingreso constante y escalable. Y es un trabajo del que puedes sentirte orgulloso, aunque nadie le dé “like”.
Relacionado: Sam Altman advierte que los bots están haciendo que las redes sociales se sientan cada vez más falsas
Para quién es esto (pista: podría ser para ti)
Creé El método antiinfluencer (The Anti-Influencer Method™) para personas como yo:
- Mamás que quieren más libertad sin sumar más estrés.
- Introvertidos que quieren generar ingresos en línea sin convertirse en una marca.
- Creativos que ya no creen que visibilidad = valor.
- Escépticos que quieren ver ingresos reales, no promesas vagas.
Esto no se trata de “esforzarte más”. Se trata de trabajar de forma más inteligente y dejar que el contenido haga el trabajo pesado.
No soy especial. No empecé con habilidades técnicas ni con un título en marketing. Empecé con deudas, dos hijos y una necesidad urgente de algo flexible y real.
Eso fue hace cuatro años. Desde entonces, pagué una deuda de más de $60,000 dólares, dejé mi trabajo en el gobierno y construí un negocio que sostiene a mi familia y a miles de estudiantes.
No porque me hiciera viral. Sino porque aprendí a vender con contenido — y luego enseñé a otros a hacer lo mismo.
Relacionado: 6 tendencias en redes sociales que definen el comportamiento de compra de la Generación Z
El gran cambio: habilidades por encima del estatus
La economía de los creadores está madurando. Las marcas se están volviendo más inteligentes. Las audiencias buscan autenticidad. Y los creadores se están dando cuenta de que no necesitan convertirse en figuras públicas para generar ingresos reales. No necesitas una plataforma enorme para tener éxito. Necesitas un plan. Si estás listo para que te paguen por tus habilidades —y no por lo bien que manejas los filtros de Instagram— me encantaría mostrarte lo que es posible.