3 preguntas que te darán claridad para rediseñar tu vida por completo

La mayoría de los emprendedores saben cómo establecer metas, pero pocos saben cómo hacer una pausa, reflexionar y asegurarse de que esas metas realmente se alineen con la vida que quieren.

Por Debbie Biery Oct 27, 2025
mavo | Getty Images

Las opiniones expresadas por los colaboradores de Entrepreneur son personales.

Conclusiones Clave

  • Los emprendedores deberían darse una pausa periódicamente para reflexionar si sus objetivos están en sintonía con la vida que quieren construir, evitando así realizar un gran esfuerzo sin sentido.
  • Las pausas estratégicas para la reflexión no son un lujo, sino algo crucial: permiten a los emprendedores aprovechar su fortaleza mental y realinear sus acciones con su objetivo.

Los emprendedores son expertos en establecer metas. La escriben, crean planes de acción y persiguen métricas con una determinación implacable. Sin embargo, es importante recordar el valor de dar un paso atrás y evaluar el por qué detrás de ese impulso.

¿Cuándo fue la última vez que te detuviste y preguntaste: ¿Está mi objetivo final alineado con la vida que estoy construyendo?

Relacionado: 5 directrices para establecer metas que impulsen el éxito

El costo oculto de las metas desalineadas

Los emprendedores están acostumbrados a funcionar en “modo rueda de hámster”. Quedas atrapado en las redes sociales, en reuniones, en la interminable lista de tareas pendientes. Te enfocas en lo que quieres lograr sin preguntarte por qué es importante o en quién te estás convirtiendo.

Es difícil detenerse cuando todos a tu alrededor también marcha a toda prisa y sientes presión por mantener el ritmo. Pero el costo es alto, esto puede llevarte a trabajar duro sin satisfacción alguna y a sacrificarte sin una recompensa significativa.

A continuación te compartimos tres preguntas diseñadas para aportarte claridad a la hora de reevaluar tus metas.

Relacionado: Las pequeñas victorias son el secreto para motivar a tu equipo y a ti mismo

Pregunta 1: ¿Cómo me hace sentir esta meta?

Sé honesto contigo mismo. ¿Te emociona el siguiente paso de tu estrategia o lo temes? Cuando divides la meta en tareas, ¿cuántas están fuera de tu zona de confort?

Para ejecutar una meta con intención, es útil reconocer tu conexión emocional. Ya sea por el tipo de proyecto, el dinero que ganarás o el prestigio que te traerá, tus sentimientos te están dando información valiosa.

¿Cómo te sientes antes de emprender las tareas previstas? ¿Frustrado? ¿Estresado? ¿O ansioso por el desafío? Confía en lo que tu cuerpo y tu mente te dicen. Confía en tu intuición y tómate el tiempo para asimilar la retroalimentación. Si la respuesta se inclina más hacia lo negativo que hacia lo positivo, puede que la meta no valga la pena. En ese momento, es importante hacer algunas preguntas más profundas.

Pregunta 2: ¿De dónde salió esta meta?

¿Cómo comenzaste a andar por este camino? Es importante cuestionar tu idea del éxito y analizar de dónde proviene.

A veces puedes establecer metas basadas en quién solías ser o porque alguien más dijo que era una buena idea.

Hace unos años, tuve la oportunidad de iniciar un podcast. Todo parecía encajar, la logística estaba funcionando, y empecé a creer que esto era lo que todos decían que debía hacer. Pero, en el fondo, sabía que algo no se sentía bien, así que me hice una pregunta:

¿De dónde saqué esta idea? ¿Se alineaba con otras metas que tenía para mí misma?

Podía notar que la energía requerida sería más de la que estaba dispuesta a dar. Finalmente, tuve que admitir que no estaba lista para asumir ese proyecto.

Empodérate para responder estas preguntas y escucha los resultados.

¿Tus metas se basan en las expectativas de otras personas? ¿Tus metas te están llevando al futuro que deseas para ti?

Está bien cambiar de opinión y tomar en cuenta las lecciones aprendidas para definir tu próximo objetivo.

Relacionado: Tu zona de confort es una paradoja: aquí hay 5 formas de superar tus límites para salir de ella

Pregunta 3: ¿Estoy preparado para hacer lo que esta meta requiere?

Ahora que has reconocido cómo te sientes cada día y de dónde proviene la motivación para alcanzar esta meta, ¿estás dispuesto a comprometerte?

¿Estás preparado para enfrentar los obstáculos que vendrán? Es muy fácil decir que estás dispuesto a trabajar para alcanzar el resultado final, pero una evaluación honesta de la carga de trabajo que implica te ayudará a prepararte para llegar a tu objetivo.

Una nueva meta suele ser una señal de que estás intentando algo desconocido. Que estás trabajando para lograr lo que nunca has alcanzado. Esto requiere de cambios en tu vida diaria, momentos familiares perdidos, horas extra en la oficina, etc. Te exigirá más. ¿Son sostenibles, para ti, los cambios de estilo de vida asociados?
¿Crees que podrás recuperarte si cometes errores en el camino?

Las respuestas a estas preguntas te indicarán si te has preparado para el éxito.

Relacionado: Tomar descansos no te hace flojo: aquí hay 4 maneras en las que en realidad te vuelven más productivo

El poder de una pausa estratégica

Estas preguntas solo funcionan si te das un espacio para hacerlas. Tomarte descansos puede parecer muy permisivo y contraproducente. Las tareas deben completarse, los pendientes deben tacharse de la lista y el tiempo es valioso. Pero hacer una pausa calma tu mente y ayuda a poner las cosas en perspectiva. Te permite evaluar tu situación y enfocarte lo suficiente para ver el panorama completo.

Pausar no se trata de ser improductivo; debería ser una parte crucial de tu estrategia.

Los emprendedores que alcanzan sus metas han encontrado la manera de detenerse y autoevaluarse, aprovechando su fortaleza mental.

De la visión a la acción manteniendo la alineación

Responder estas preguntas es como embarcarse en una investigación interna en busca de la verdad.

Una vez que tienes la información correcta, es momento de tomar una decisión y comprometerte.

Algo poderoso sucede cuando te dices a ti mismo: esto es lo que voy a hacer, y este es el camino que tengo que seguir. Presta atención a los momentos de duda y recurre a tu resiliencia interior. Reconéctate con tu decisión y las razones que la respaldan.

La estrategia empresarial que te servirá es aquella que honra en quién te estás convirtiendo mientras construyes algo significativo.

Aprende a confiar en tu intuición, establece tus intenciones y haz una pausa el tiempo suficiente para ver el camino que tienes por delante

Relacionado: El viaje emprendedor, la duda y los aullidos en tu cabeza

Conclusiones Clave

  • Los emprendedores deberían darse una pausa periódicamente para reflexionar si sus objetivos están en sintonía con la vida que quieren construir, evitando así realizar un gran esfuerzo sin sentido.
  • Las pausas estratégicas para la reflexión no son un lujo, sino algo crucial: permiten a los emprendedores aprovechar su fortaleza mental y realinear sus acciones con su objetivo.

Los emprendedores son expertos en establecer metas. La escriben, crean planes de acción y persiguen métricas con una determinación implacable. Sin embargo, es importante recordar el valor de dar un paso atrás y evaluar el por qué detrás de ese impulso.

¿Cuándo fue la última vez que te detuviste y preguntaste: ¿Está mi objetivo final alineado con la vida que estoy construyendo?

Relacionado: 5 directrices para establecer metas que impulsen el éxito

El costo oculto de las metas desalineadas

Los emprendedores están acostumbrados a funcionar en “modo rueda de hámster”. Quedas atrapado en las redes sociales, en reuniones, en la interminable lista de tareas pendientes. Te enfocas en lo que quieres lograr sin preguntarte por qué es importante o en quién te estás convirtiendo.

Es difícil detenerse cuando todos a tu alrededor también marcha a toda prisa y sientes presión por mantener el ritmo. Pero el costo es alto, esto puede llevarte a trabajar duro sin satisfacción alguna y a sacrificarte sin una recompensa significativa.

A continuación te compartimos tres preguntas diseñadas para aportarte claridad a la hora de reevaluar tus metas.

Relacionado: Las pequeñas victorias son el secreto para motivar a tu equipo y a ti mismo

Pregunta 1: ¿Cómo me hace sentir esta meta?

Sé honesto contigo mismo. ¿Te emociona el siguiente paso de tu estrategia o lo temes? Cuando divides la meta en tareas, ¿cuántas están fuera de tu zona de confort?

Para ejecutar una meta con intención, es útil reconocer tu conexión emocional. Ya sea por el tipo de proyecto, el dinero que ganarás o el prestigio que te traerá, tus sentimientos te están dando información valiosa.

¿Cómo te sientes antes de emprender las tareas previstas? ¿Frustrado? ¿Estresado? ¿O ansioso por el desafío? Confía en lo que tu cuerpo y tu mente te dicen. Confía en tu intuición y tómate el tiempo para asimilar la retroalimentación. Si la respuesta se inclina más hacia lo negativo que hacia lo positivo, puede que la meta no valga la pena. En ese momento, es importante hacer algunas preguntas más profundas.

Pregunta 2: ¿De dónde salió esta meta?

¿Cómo comenzaste a andar por este camino? Es importante cuestionar tu idea del éxito y analizar de dónde proviene.

A veces puedes establecer metas basadas en quién solías ser o porque alguien más dijo que era una buena idea.

Hace unos años, tuve la oportunidad de iniciar un podcast. Todo parecía encajar, la logística estaba funcionando, y empecé a creer que esto era lo que todos decían que debía hacer. Pero, en el fondo, sabía que algo no se sentía bien, así que me hice una pregunta:

¿De dónde saqué esta idea? ¿Se alineaba con otras metas que tenía para mí misma?

Podía notar que la energía requerida sería más de la que estaba dispuesta a dar. Finalmente, tuve que admitir que no estaba lista para asumir ese proyecto.

Empodérate para responder estas preguntas y escucha los resultados.

¿Tus metas se basan en las expectativas de otras personas? ¿Tus metas te están llevando al futuro que deseas para ti?

Está bien cambiar de opinión y tomar en cuenta las lecciones aprendidas para definir tu próximo objetivo.

Relacionado: Tu zona de confort es una paradoja: aquí hay 5 formas de superar tus límites para salir de ella

Pregunta 3: ¿Estoy preparado para hacer lo que esta meta requiere?

Ahora que has reconocido cómo te sientes cada día y de dónde proviene la motivación para alcanzar esta meta, ¿estás dispuesto a comprometerte?

¿Estás preparado para enfrentar los obstáculos que vendrán? Es muy fácil decir que estás dispuesto a trabajar para alcanzar el resultado final, pero una evaluación honesta de la carga de trabajo que implica te ayudará a prepararte para llegar a tu objetivo.

Una nueva meta suele ser una señal de que estás intentando algo desconocido. Que estás trabajando para lograr lo que nunca has alcanzado. Esto requiere de cambios en tu vida diaria, momentos familiares perdidos, horas extra en la oficina, etc. Te exigirá más. ¿Son sostenibles, para ti, los cambios de estilo de vida asociados?
¿Crees que podrás recuperarte si cometes errores en el camino?

Las respuestas a estas preguntas te indicarán si te has preparado para el éxito.

Relacionado: Tomar descansos no te hace flojo: aquí hay 4 maneras en las que en realidad te vuelven más productivo

El poder de una pausa estratégica

Estas preguntas solo funcionan si te das un espacio para hacerlas. Tomarte descansos puede parecer muy permisivo y contraproducente. Las tareas deben completarse, los pendientes deben tacharse de la lista y el tiempo es valioso. Pero hacer una pausa calma tu mente y ayuda a poner las cosas en perspectiva. Te permite evaluar tu situación y enfocarte lo suficiente para ver el panorama completo.

Pausar no se trata de ser improductivo; debería ser una parte crucial de tu estrategia.

Los emprendedores que alcanzan sus metas han encontrado la manera de detenerse y autoevaluarse, aprovechando su fortaleza mental.

De la visión a la acción manteniendo la alineación

Responder estas preguntas es como embarcarse en una investigación interna en busca de la verdad.

Una vez que tienes la información correcta, es momento de tomar una decisión y comprometerte.

Algo poderoso sucede cuando te dices a ti mismo: esto es lo que voy a hacer, y este es el camino que tengo que seguir. Presta atención a los momentos de duda y recurre a tu resiliencia interior. Reconéctate con tu decisión y las razones que la respaldan.

La estrategia empresarial que te servirá es aquella que honra en quién te estás convirtiendo mientras construyes algo significativo.

Aprende a confiar en tu intuición, establece tus intenciones y haz una pausa el tiempo suficiente para ver el camino que tienes por delante

Relacionado: El viaje emprendedor, la duda y los aullidos en tu cabeza

The rest of this article is locked.

Join Entrepreneur+ today for access.

Subscribe Now

Already have an account? Sign In

Debbie Biery

Fundadora, coach de vida certificada por IPEC, creadora de The Opportunity Switch™ en Debbie Biery Coaching.

Contenido Relacionado