Arquitecturas de datos modernas: el primer requisito para que la IA sea realmente inteligente

La inteligencia de la IA no depende del modelo, sino de la arquitectura que ordena, gobierna y acelera los datos.

Por Ignacio Barraza | Dic 16, 2025
MF3d | Getty Images
Central Computer Processor digital concept

Las opiniones expresadas por los colaboradores de Entrepreneur son personales.

Conclusiones Clave

  • Sin información confiable, accesible y en tiempo real, incluso los modelos más avanzados fallan.
  • La calidad de la arquitectura —no la sofisticación del algoritmo— se ha convertido en el factor decisivo para escalar la IA con impacto real en el negocio.

La inteligencia artificial (IA) promete transformar a las empresas, pero esa promesa solo se cumple cuando existe una base sólida que la sostenga. Hoy las organizaciones generan más datos que nunca: sistemas en la nube, aplicaciones móviles, plataformas heredadas, sensores, transacciones digitales y procesos que avanzan en paralelo. Sin embargo, pocas pueden afirmar que sus datos están listos para impulsar modelos avanzados de IA. Esa brecha, cada vez más evidente, se ha convertido en el freno silencioso de la innovación.

Un análisis de McKinsey revela la magnitud del reto. El State of AI 2023 señala que el 72% de las organizaciones que no consiguen escalar la inteligencia artificial identifica la mala calidad de los datos y la falta de infraestructura como sus principales obstáculos. Este hallazgo confirma que la IA no falla por los modelos en sí, sino por la base técnica y operativa que los sostiene. Sin una arquitectura moderna, los datos llegan incompletos, desordenados o aislados, lo que impide que cualquier iniciativa avance con la velocidad y precisión que el negocio necesita.

Relacionado: Datos inteligentes: la base real de la inteligencia artificial empresarial

A este panorama se suma un dato que ayuda a dimensionar el costo real de operar con datos deficientes. Un estudio realizado por Vanson Bourne para Fivetran revela que los programas de IA basados en información inexacta o incompleta pueden generar pérdidas equivalentes al 6% de los ingresos anuales, lo que representa en promedio $406 millones de dólares por empresa. Este hallazgo confirma que la mala calidad de los datos no solo limita el potencial de la inteligencia artificial, sino que puede convertirla en una fuente directa de ineficiencias y pérdidas cuando la arquitectura no está preparada para garantizar información confiable.

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Información en tiempo real: el combustible para la IA

Las arquitecturas de datos tradicionales ya no alcanzan para enfrentar este panorama, la IA necesita información en tiempo real, accesible y gobernada con precisión. Si los datos llegan incompletos o fragmentados, el modelo aprende mal, predice mal y decide mal. Por eso las arquitecturas de datos modernas se han convertido en el punto de partida de cualquier estrategia seria de transformación digital.

Una arquitectura moderna integra plataformas antiguas y nuevas sin generar silos que limiten la innovación. Alinea sistemas, ordena flujos y ofrece un entorno donde los datos viajan limpios y estructurados. Con esta base, los equipos pueden construir modelos más confiables y activar decisiones automáticas que antes tomaban horas o días. La precisión aumenta, el riesgo se reduce y la organización gana velocidad.

El acceso a datos en tiempo real potencia aún más el valor de la IA. Los modelos aprenden con información fresca, detectan cambios en patrones de comportamiento, anticipan fraudes y reaccionan con una agilidad que antes parecía inalcanzable. Sectores como banca, pagos, telecomunicaciones y retail dependen de esta capacidad para mantener la continuidad del negocio y proteger al cliente en escenarios donde cada segundo cuenta.

Además, una arquitectura flexible abre la puerta a nuevos casos de uso sin reescribir toda la infraestructura, permitiendo integrar fuentes adicionales, probar escenarios, mejorar la calidad de los datos y escalar modelos conforme las necesidades del mercado cambian. La innovación deja de ser un proyecto aislado para convertirse en un proceso continuo.

Relacionado: Del Data Lake a decisiones estratégicas: cómo activar el verdadero valor de los datos

Recomendaciones clave para las compañías que quieren prepararse para la IA

1. Crear una estrategia de gobernanza de datos desde la dirección
Sin reglas claras, los datos se vuelven ruidosos. Las compañías deben definir estándares, responsables, calidad mínima aceptable y flujos de acceso.

2. Adoptar herramientas de integración continua 
El objetivo es conectar sistemas legacy con aplicaciones modernas sin duplicación ni fricción; mientras más fluye el dato, más aprende la IA.

3. Invertir en limpieza, catalogación y enriquecimiento de datos 
La IA solo puede ser tan buena como la información que recibe. Un catálogo de datos confiable reduce errores, inconsistencias y retrabajos.

4. Migrar gradualmente hacia arquitecturas escalables 
Las soluciones modulares permiten crecer sin colapsar infraestructuras. Es mejor avanzar con piezas interoperables que buscar una solución total desde el inicio.

5. Implementar monitoreo en tiempo real 
Permite reaccionar más rápido, ajustar modelos y activar automatizaciones basadas en datos vivos, no históricos.

6. Fomentar una cultura data-driven 
La arquitectura es tecnología, pero la decisión de usar datos es cultural. Los equipos deben comprender su valor y construir con ellos, no alrededor de ellos.

Para 2026, la capacidad de una IA para dar resultados consistentes dependerá menos de la sofisticación del modelo y más de la calidad de la arquitectura que lo sostiene. Las organizaciones que logren ordenar, gobernar y acelerar sus datos serán las que capitalicen de verdad el poder de la inteligencia artificial en los próximos años, mientras que las demás verán cómo sus iniciativas se quedan atrás antes siquiera de despegar.

Conclusiones Clave

  • Sin información confiable, accesible y en tiempo real, incluso los modelos más avanzados fallan.
  • La calidad de la arquitectura —no la sofisticación del algoritmo— se ha convertido en el factor decisivo para escalar la IA con impacto real en el negocio.

La inteligencia artificial (IA) promete transformar a las empresas, pero esa promesa solo se cumple cuando existe una base sólida que la sostenga. Hoy las organizaciones generan más datos que nunca: sistemas en la nube, aplicaciones móviles, plataformas heredadas, sensores, transacciones digitales y procesos que avanzan en paralelo. Sin embargo, pocas pueden afirmar que sus datos están listos para impulsar modelos avanzados de IA. Esa brecha, cada vez más evidente, se ha convertido en el freno silencioso de la innovación.

Un análisis de McKinsey revela la magnitud del reto. El State of AI 2023 señala que el 72% de las organizaciones que no consiguen escalar la inteligencia artificial identifica la mala calidad de los datos y la falta de infraestructura como sus principales obstáculos. Este hallazgo confirma que la IA no falla por los modelos en sí, sino por la base técnica y operativa que los sostiene. Sin una arquitectura moderna, los datos llegan incompletos, desordenados o aislados, lo que impide que cualquier iniciativa avance con la velocidad y precisión que el negocio necesita.

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A este panorama se suma un dato que ayuda a dimensionar el costo real de operar con datos deficientes. Un estudio realizado por Vanson Bourne para Fivetran revela que los programas de IA basados en información inexacta o incompleta pueden generar pérdidas equivalentes al 6% de los ingresos anuales, lo que representa en promedio $406 millones de dólares por empresa. Este hallazgo confirma que la mala calidad de los datos no solo limita el potencial de la inteligencia artificial, sino que puede convertirla en una fuente directa de ineficiencias y pérdidas cuando la arquitectura no está preparada para garantizar información confiable.

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Información en tiempo real: el combustible para la IA

Las arquitecturas de datos tradicionales ya no alcanzan para enfrentar este panorama, la IA necesita información en tiempo real, accesible y gobernada con precisión. Si los datos llegan incompletos o fragmentados, el modelo aprende mal, predice mal y decide mal. Por eso las arquitecturas de datos modernas se han convertido en el punto de partida de cualquier estrategia seria de transformación digital.

Una arquitectura moderna integra plataformas antiguas y nuevas sin generar silos que limiten la innovación. Alinea sistemas, ordena flujos y ofrece un entorno donde los datos viajan limpios y estructurados. Con esta base, los equipos pueden construir modelos más confiables y activar decisiones automáticas que antes tomaban horas o días. La precisión aumenta, el riesgo se reduce y la organización gana velocidad.

El acceso a datos en tiempo real potencia aún más el valor de la IA. Los modelos aprenden con información fresca, detectan cambios en patrones de comportamiento, anticipan fraudes y reaccionan con una agilidad que antes parecía inalcanzable. Sectores como banca, pagos, telecomunicaciones y retail dependen de esta capacidad para mantener la continuidad del negocio y proteger al cliente en escenarios donde cada segundo cuenta.

Además, una arquitectura flexible abre la puerta a nuevos casos de uso sin reescribir toda la infraestructura, permitiendo integrar fuentes adicionales, probar escenarios, mejorar la calidad de los datos y escalar modelos conforme las necesidades del mercado cambian. La innovación deja de ser un proyecto aislado para convertirse en un proceso continuo.

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Recomendaciones clave para las compañías que quieren prepararse para la IA

1. Crear una estrategia de gobernanza de datos desde la dirección
Sin reglas claras, los datos se vuelven ruidosos. Las compañías deben definir estándares, responsables, calidad mínima aceptable y flujos de acceso.

2. Adoptar herramientas de integración continua 
El objetivo es conectar sistemas legacy con aplicaciones modernas sin duplicación ni fricción; mientras más fluye el dato, más aprende la IA.

3. Invertir en limpieza, catalogación y enriquecimiento de datos 
La IA solo puede ser tan buena como la información que recibe. Un catálogo de datos confiable reduce errores, inconsistencias y retrabajos.

4. Migrar gradualmente hacia arquitecturas escalables 
Las soluciones modulares permiten crecer sin colapsar infraestructuras. Es mejor avanzar con piezas interoperables que buscar una solución total desde el inicio.

5. Implementar monitoreo en tiempo real 
Permite reaccionar más rápido, ajustar modelos y activar automatizaciones basadas en datos vivos, no históricos.

6. Fomentar una cultura data-driven 
La arquitectura es tecnología, pero la decisión de usar datos es cultural. Los equipos deben comprender su valor y construir con ellos, no alrededor de ellos.

Para 2026, la capacidad de una IA para dar resultados consistentes dependerá menos de la sofisticación del modelo y más de la calidad de la arquitectura que lo sostiene. Las organizaciones que logren ordenar, gobernar y acelerar sus datos serán las que capitalicen de verdad el poder de la inteligencia artificial en los próximos años, mientras que las demás verán cómo sus iniciativas se quedan atrás antes siquiera de despegar.

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Desde 2023 forma parte de Linko como Director de Transformación de Negocios, donde lidera iniciativas estratégicas tanto con clientes como dentro de la empresa. Su trayectoria combina experiencia en gigantes como Amazon, Uber, Banco Azteca y Linio, siempre enfocado en escalar operaciones y acelerar la innovación. Es Ingeniero Mecánico por el ITESM Monterrey y cuenta...

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