Estas son las 4 personalidades más peligrosas y tóxicas en el lugar de trabajo
Esto es lo que necesitas saber para protegerte.
Las opiniones expresadas por los colaboradores de Entrepreneur son personales.
Te quedas hasta tarde puliendo una presentación para un cliente importante, orgulloso de una idea en particular que parece fresca y prometedora. Al día siguiente, en la reunión, un colega presenta esa idea como si fuera suya. Los líderes asienten con aprobación. Te quedas inmóvil, preguntándote si lo imaginaste. Tal vez no lo explicaste con claridad. Tal vez ni siquiera era realmente tu idea. Al final de la reunión, ya no estás seguro. En lugar de señalar el comportamiento, comienzas a cuestionar tu memoria, tu presencia, incluso tu valor.
¿La verdad? Fuiste víctima de una personalidad tóxica.
Los psicólogos llaman a las más destructivas de ellas la “Tétrada Oscura”. Son cuatro tipos de personalidad que constantemente socavan la confianza, la colaboración y el rendimiento. A diferencia del conflicto sano, que puede volver más inteligentes a los equipos, las personalidades de la Tétrada Oscura erosionan la Inteligencia de Equipo (la genialidad colectiva que surge cuando los grupos trabajan bien juntos).
1. El psicópata
En las películas, los psicópatas son asesinos, en la oficina, se presentan como audaces tomadores de riesgos. Se muestran seguros al hacer presentaciones, se ofrecen rápidamente para proyectos exigentes y suelen ser los primeros en proponer giros radicales.
Pero detrás de ese encanto hay algo gélido: una falta de empatía. Imagina un lanzamiento de producto en el que insisten en seguir una estrategia riesgosa pese a que las evidencias muestran que agotará al equipo o alejará a los clientes. Cuando llegan los despidos, ellos duermen tranquilos.
Su carisma les vale ascensos, pero su desprecio por los demás deja un rastro de daño que debilita la capacidad del grupo para pensar colectivamente. Destruyen la Inteligencia de Equipo al valorar los movimientos audaces por encima de la colaboración sostenible.
En pocas palabras: son atrevidos, carecen de remordimiento y parecen encantadoramente normales.
2. El narcisista
Los narcisistas están obsesionados con el reconocimiento. Se iluminan cuando reciben crédito por un logro, pero cuando algo sale mal, se apresuran a culpar a otros.
Piensa en el compañero que se incorpora al proyecto en el último minuto, aporta poco, pero se posiciona como el héroe frente a la dirección. O en el gerente que no puede dejar de recordarte su universidad, sus premios o cuántas personas tiene a su cargo.
Los narcisistas también usan una táctica que los psicólogos llaman DARVO: Deny, Attack, and Reverse Victim and Offender (Negar, Atacar e Invertir el papel de Víctima y Ofensor). Si los confrontas por robar el crédito, lo negarán, pondrán en duda tu competencia y se harán pasar por víctimas de tus “acusaciones injustas”. Es una maniobra desconcertante que te hace dudar de tu propio juicio mientras ellos salen ilesos.
El resultado: acaparan el crédito, asfixian la colaboración y convierten al grupo en un elenco secundario de su propio ego. Y como la Inteligencia de Equipo depende de la confianza y la apertura, los narcisistas la cortan de raíz.
En pocas palabras: todo gira en torno a ellos.
Relacionado: 5 señales claras de que trabajas para un narcisista
3. El maquiavélico
Los maquiavélicos no son tan descarados como los narcisistas ni tan obvios como los sádicos. En cambio, ven el lugar de trabajo como un tablero de ajedrez y a los colegas como piezas que pueden mover.
Piensa en el compañero que siempre se entera de los rumores antes que tú. Que enfrenta discretamente a unos colegas contra otros, susurra al oído del jefe y sonríe mientras el caos se desarrolla. O en el gerente que cuelga una promoción justo fuera de tu alcance: “Sigue trabajando hasta tarde, sigue demostrando tu valía y será tuya”, mientras disfruta de los beneficios de tu agotamiento. Trimestre tras trimestre, el ascenso nunca llega.
Prosperan en entornos con poca transparencia y mucha política. Pero cada maniobra, cada rumor, cada traición erosiona la confianza. Cuando un maquiavélico está en el juego, la Inteligencia de Equipo se derrumba y da paso a la paranoia.
En pocas palabras: solo eres una herramienta.
Relacionado: Me convertí en la jefa tóxica que juré nunca ser — estas son 4 confesiones de mi proceso de recuperación como líder
4. El sádico
El más escalofriante de los cuatro es el sádico. A diferencia de los otros, que manipulan para obtener algo, los sádicos manipulan por diversión. Disfrutan del sufrimiento ajeno.
Quizá hayas trabajado para un jefe así: el que asigna plazos imposibles solo para ver a la gente sufrir. O el colega que ridiculiza a otros en reuniones, no para hacer un punto, sino para humillar.
Los sádicos disfrutan ver a los demás retorcerse. Puede parecer que “endurecen al grupo”, pero en realidad envenenan la moral. Con el tiempo, su presencia no solo desmotiva a las personas, sino que destruye la Inteligencia de Equipo al hacer que los compañeros teman contribuir o hablar.
En pocas palabras: disfrutan de tu sufrimiento.
Relacionado: ¿Existe un ambiente laboral tóxico? Considera este foco rojo antes de aceptar el trabajo
Por qué son tan peligrosos
Las investigaciones muestran que el impacto negativo de una personalidad tóxica es mucho mayor que las contribuciones positivas de una persona solidaria. Un solo miembro de la Tétrada Oscura puede deshacer la buena voluntad, la productividad y la moral de varios compañeros sanos.
Lo más sorprendente: a menudo son recompensados. La audacia del psicópata se confunde con confianza. La autopromoción del narcisista se interpreta como liderazgo. Las intrigas del maquiavélico se ven como estrategia. La crueldad del sádico se justifica como “amor rudo”.
Por eso, cultivar la Inteligencia de Equipo requiere no solo de recompensar a quienes unen, sino también de identificar y contener a los tóxicos. Si no se controlan, impiden que los equipos se vuelvan más inteligentes, creativos o resilientes.
Relacionado: 5 señales de que una cultura tóxica se está infiltrando en tu organización
Cómo protegerte
No siempre puedes evitar a las personalidades de la Tétrada Oscura, pero sí puedes reducir su impacto.
- Documenta todo. Los colegas tóxicos mienten, manipulan y reescriben la historia.
- Limita el contacto. Minimiza las interacciones uno a uno cuando sea posible.
- Promueve la transparencia. Compartir abiertamente responsabilidades y decisiones dificulta la manipulación.
- Construye alianzas. Los compañeros de confianza pueden ayudarte a verificar la realidad de las situaciones.
- No los confrontes directamente. Son más hábiles manipulando de lo que tú eres defendiéndote.
Una visión más amplia
Es tentador creer que la brillantez justifica la toxicidad. Pero para la mayoría de las organizaciones, tolerar el comportamiento de la Tétrada Oscura erosiona la confianza, rompe la colaboración y destruye la Inteligencia de Equipo.
Los equipos saludables no solo necesitan habilidades; necesitan seguridad psicológica. Necesitan personas que unan, que hagan mejores a los demás. Necesitan líderes que recompensen la colaboración en lugar de la crueldad.
Te quedas hasta tarde puliendo una presentación para un cliente importante, orgulloso de una idea en particular que parece fresca y prometedora. Al día siguiente, en la reunión, un colega presenta esa idea como si fuera suya. Los líderes asienten con aprobación. Te quedas inmóvil, preguntándote si lo imaginaste. Tal vez no lo explicaste con claridad. Tal vez ni siquiera era realmente tu idea. Al final de la reunión, ya no estás seguro. En lugar de señalar el comportamiento, comienzas a cuestionar tu memoria, tu presencia, incluso tu valor.
¿La verdad? Fuiste víctima de una personalidad tóxica.
Los psicólogos llaman a las más destructivas de ellas la “Tétrada Oscura”. Son cuatro tipos de personalidad que constantemente socavan la confianza, la colaboración y el rendimiento. A diferencia del conflicto sano, que puede volver más inteligentes a los equipos, las personalidades de la Tétrada Oscura erosionan la Inteligencia de Equipo (la genialidad colectiva que surge cuando los grupos trabajan bien juntos).
1. El psicópata
En las películas, los psicópatas son asesinos, en la oficina, se presentan como audaces tomadores de riesgos. Se muestran seguros al hacer presentaciones, se ofrecen rápidamente para proyectos exigentes y suelen ser los primeros en proponer giros radicales.
Pero detrás de ese encanto hay algo gélido: una falta de empatía. Imagina un lanzamiento de producto en el que insisten en seguir una estrategia riesgosa pese a que las evidencias muestran que agotará al equipo o alejará a los clientes. Cuando llegan los despidos, ellos duermen tranquilos.
Su carisma les vale ascensos, pero su desprecio por los demás deja un rastro de daño que debilita la capacidad del grupo para pensar colectivamente. Destruyen la Inteligencia de Equipo al valorar los movimientos audaces por encima de la colaboración sostenible.
En pocas palabras: son atrevidos, carecen de remordimiento y parecen encantadoramente normales.
2. El narcisista
Los narcisistas están obsesionados con el reconocimiento. Se iluminan cuando reciben crédito por un logro, pero cuando algo sale mal, se apresuran a culpar a otros.
Piensa en el compañero que se incorpora al proyecto en el último minuto, aporta poco, pero se posiciona como el héroe frente a la dirección. O en el gerente que no puede dejar de recordarte su universidad, sus premios o cuántas personas tiene a su cargo.
Los narcisistas también usan una táctica que los psicólogos llaman DARVO: Deny, Attack, and Reverse Victim and Offender (Negar, Atacar e Invertir el papel de Víctima y Ofensor). Si los confrontas por robar el crédito, lo negarán, pondrán en duda tu competencia y se harán pasar por víctimas de tus “acusaciones injustas”. Es una maniobra desconcertante que te hace dudar de tu propio juicio mientras ellos salen ilesos.
El resultado: acaparan el crédito, asfixian la colaboración y convierten al grupo en un elenco secundario de su propio ego. Y como la Inteligencia de Equipo depende de la confianza y la apertura, los narcisistas la cortan de raíz.
En pocas palabras: todo gira en torno a ellos.
Relacionado: 5 señales claras de que trabajas para un narcisista
3. El maquiavélico
Los maquiavélicos no son tan descarados como los narcisistas ni tan obvios como los sádicos. En cambio, ven el lugar de trabajo como un tablero de ajedrez y a los colegas como piezas que pueden mover.
Piensa en el compañero que siempre se entera de los rumores antes que tú. Que enfrenta discretamente a unos colegas contra otros, susurra al oído del jefe y sonríe mientras el caos se desarrolla. O en el gerente que cuelga una promoción justo fuera de tu alcance: “Sigue trabajando hasta tarde, sigue demostrando tu valía y será tuya”, mientras disfruta de los beneficios de tu agotamiento. Trimestre tras trimestre, el ascenso nunca llega.
Prosperan en entornos con poca transparencia y mucha política. Pero cada maniobra, cada rumor, cada traición erosiona la confianza. Cuando un maquiavélico está en el juego, la Inteligencia de Equipo se derrumba y da paso a la paranoia.
En pocas palabras: solo eres una herramienta.
Relacionado: Me convertí en la jefa tóxica que juré nunca ser — estas son 4 confesiones de mi proceso de recuperación como líder
4. El sádico
El más escalofriante de los cuatro es el sádico. A diferencia de los otros, que manipulan para obtener algo, los sádicos manipulan por diversión. Disfrutan del sufrimiento ajeno.
Quizá hayas trabajado para un jefe así: el que asigna plazos imposibles solo para ver a la gente sufrir. O el colega que ridiculiza a otros en reuniones, no para hacer un punto, sino para humillar.
Los sádicos disfrutan ver a los demás retorcerse. Puede parecer que “endurecen al grupo”, pero en realidad envenenan la moral. Con el tiempo, su presencia no solo desmotiva a las personas, sino que destruye la Inteligencia de Equipo al hacer que los compañeros teman contribuir o hablar.
En pocas palabras: disfrutan de tu sufrimiento.
Relacionado: ¿Existe un ambiente laboral tóxico? Considera este foco rojo antes de aceptar el trabajo
Por qué son tan peligrosos
Las investigaciones muestran que el impacto negativo de una personalidad tóxica es mucho mayor que las contribuciones positivas de una persona solidaria. Un solo miembro de la Tétrada Oscura puede deshacer la buena voluntad, la productividad y la moral de varios compañeros sanos.
Lo más sorprendente: a menudo son recompensados. La audacia del psicópata se confunde con confianza. La autopromoción del narcisista se interpreta como liderazgo. Las intrigas del maquiavélico se ven como estrategia. La crueldad del sádico se justifica como “amor rudo”.
Por eso, cultivar la Inteligencia de Equipo requiere no solo de recompensar a quienes unen, sino también de identificar y contener a los tóxicos. Si no se controlan, impiden que los equipos se vuelvan más inteligentes, creativos o resilientes.
Relacionado: 5 señales de que una cultura tóxica se está infiltrando en tu organización
Cómo protegerte
No siempre puedes evitar a las personalidades de la Tétrada Oscura, pero sí puedes reducir su impacto.
- Documenta todo. Los colegas tóxicos mienten, manipulan y reescriben la historia.
- Limita el contacto. Minimiza las interacciones uno a uno cuando sea posible.
- Promueve la transparencia. Compartir abiertamente responsabilidades y decisiones dificulta la manipulación.
- Construye alianzas. Los compañeros de confianza pueden ayudarte a verificar la realidad de las situaciones.
- No los confrontes directamente. Son más hábiles manipulando de lo que tú eres defendiéndote.
Una visión más amplia
Es tentador creer que la brillantez justifica la toxicidad. Pero para la mayoría de las organizaciones, tolerar el comportamiento de la Tétrada Oscura erosiona la confianza, rompe la colaboración y destruye la Inteligencia de Equipo.
Los equipos saludables no solo necesitan habilidades; necesitan seguridad psicológica. Necesitan personas que unan, que hagan mejores a los demás. Necesitan líderes que recompensen la colaboración en lugar de la crueldad.
The rest of this article is locked.
Join Entrepreneur+ today for access.
Already have an account? Sign In