Generación Z confía más en la inteligencia artificial que en sus jefes, revela estudio

Un estudio revela que uno de cada tres jóvenes prefiere usar herramientas de inteligencia artificial para resolver dudas laborales antes que acudir a su jefe o compañeros.

Por Entrepeneur en Español Nov 01, 2025
Tom Werner | Getty Images

Las opiniones expresadas por los colaboradores de Entrepreneur son personales.

Conclusiones Clave

  • Las nuevas generaciones valoran más la inmediatez y autonomía que la jerarquía tradicional.

La inteligencia artificial (IA) está tomando un papel cada vez más importante dentro de las oficinas y espacios laborales. De acuerdo con un estudio realizado por Robert Walters, una empresa de consultoría especializada en la búsqueda y selección de talento para mandos intermedios, directivos y ejecutivos a nivel global, uno de cada tres jóvenes de la Generación Z prefiere consultar a una herramienta de inteligencia artificial antes que pedir ayuda o consejo a su jefe o compañeros de trabajo.

El uso constante de estas plataformas digitales ha empezado a modificar la manera en que los equipos se comunican. El informe revela que el 39% de los empleados, sin importar su edad, ha reducido la cantidad de preguntas que realiza a sus supervisores desde que utiliza sistemas de IA. 

Lo anterior significa que la tecnología se ha convertido en una especie de “compañero silencioso” capaz de ofrecer respuestas inmediatas, aunque no siempre del todo acertadas.

El cambio no solo tiene que ver con la velocidad o la eficiencia, sino también con la cultura laboral. 

“Las herramientas de IA están transformando cómo nos comunicamos en el trabajo, al tiempo que mejoran la productividad y reducen el tiempo que los profesionales dedican a esperar una respuesta por parte de otros compañeros. Sin embargo, también generan complicaciones al delegar la toma de decisiones o mantener a los miembros del equipo al tanto de cada actividad, y también limitan el pensamiento crítico y la creatividad”, señala Alexandre Coffin, Regional Commercial Director.

Relacionado: Los primeros 1,000 días de ChatGPT: lecciones clave de IA para líderes empresariales

Los efectos secundarios de la dependencia a la IA

Según el estudio, mientras las empresas buscan mantener su productividad, la dependencia de la IA puede tener efectos secundarios. Los trabajadores pueden volverse menos propensos a colaborar o discutir ideas con otros, lo que reduce el intercambio de puntos de vista que solía alimentar la innovación dentro de los equipos.

El informe muestra que el 71% de los managers nunca ha recibido capacitación sobre cómo dirigir o acompañar a sus equipos en el uso de la inteligencia artificial. Entre quienes sí tomaron algún curso, más de la mitad considera que fue insuficiente para los desafíos actuales.

A esto se suma la presión por alcanzar metas con menos recursos. El 35% de los líderes dice que el exceso de trabajo es su principal problema, mientras que el 69% de los jóvenes afirma que prefiere evitar cargos de mando por considerarlos estresantes y poco satisfactorios.

Para Coffin, la falta de formación y la sobrecarga de tareas están dejando un vacío que la IA ha empezado a llenar. Advierte que depender demasiado de la tecnología puede provocar errores y debilitar el vínculo entre los jefes y sus equipos. A largo plazo, esa desconexión podría afectar la transferencia de conocimientos entre empleados con experiencia y los más nuevos.

Relacionado: ‘Vibe coding’: la forma rápida de crear apps con inteligencia artificial

Conclusiones Clave

  • Las nuevas generaciones valoran más la inmediatez y autonomía que la jerarquía tradicional.

La inteligencia artificial (IA) está tomando un papel cada vez más importante dentro de las oficinas y espacios laborales. De acuerdo con un estudio realizado por Robert Walters, una empresa de consultoría especializada en la búsqueda y selección de talento para mandos intermedios, directivos y ejecutivos a nivel global, uno de cada tres jóvenes de la Generación Z prefiere consultar a una herramienta de inteligencia artificial antes que pedir ayuda o consejo a su jefe o compañeros de trabajo.

El uso constante de estas plataformas digitales ha empezado a modificar la manera en que los equipos se comunican. El informe revela que el 39% de los empleados, sin importar su edad, ha reducido la cantidad de preguntas que realiza a sus supervisores desde que utiliza sistemas de IA. 

Lo anterior significa que la tecnología se ha convertido en una especie de “compañero silencioso” capaz de ofrecer respuestas inmediatas, aunque no siempre del todo acertadas.

El cambio no solo tiene que ver con la velocidad o la eficiencia, sino también con la cultura laboral. 

“Las herramientas de IA están transformando cómo nos comunicamos en el trabajo, al tiempo que mejoran la productividad y reducen el tiempo que los profesionales dedican a esperar una respuesta por parte de otros compañeros. Sin embargo, también generan complicaciones al delegar la toma de decisiones o mantener a los miembros del equipo al tanto de cada actividad, y también limitan el pensamiento crítico y la creatividad”, señala Alexandre Coffin, Regional Commercial Director.

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Los efectos secundarios de la dependencia a la IA

Según el estudio, mientras las empresas buscan mantener su productividad, la dependencia de la IA puede tener efectos secundarios. Los trabajadores pueden volverse menos propensos a colaborar o discutir ideas con otros, lo que reduce el intercambio de puntos de vista que solía alimentar la innovación dentro de los equipos.

El informe muestra que el 71% de los managers nunca ha recibido capacitación sobre cómo dirigir o acompañar a sus equipos en el uso de la inteligencia artificial. Entre quienes sí tomaron algún curso, más de la mitad considera que fue insuficiente para los desafíos actuales.

A esto se suma la presión por alcanzar metas con menos recursos. El 35% de los líderes dice que el exceso de trabajo es su principal problema, mientras que el 69% de los jóvenes afirma que prefiere evitar cargos de mando por considerarlos estresantes y poco satisfactorios.

Para Coffin, la falta de formación y la sobrecarga de tareas están dejando un vacío que la IA ha empezado a llenar. Advierte que depender demasiado de la tecnología puede provocar errores y debilitar el vínculo entre los jefes y sus equipos. A largo plazo, esa desconexión podría afectar la transferencia de conocimientos entre empleados con experiencia y los más nuevos.

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