Según un estudio de la Universidad de Harvard la gente más creativa comparte un mismo rasgo: el sarcasmo

La mayoría piensa que la IA está reemplazando empleos, pero en realidad está creando en silencio una nueva clase de millonarios digitales que construyen riqueza usando sistemas, no solo esfuerzo.

Por Entepreneur en español Nov 24, 2025
Luis Alvarez | Getty Images
Group of businesspeople having a discussion in a modern office. Multiracial business team having meeting at startup office.

Las opiniones expresadas por los colaboradores de Entrepreneur son personales.

Conclusiones Clave

  • Cuando se usa en contextos de confianza, el sarcasmo puede convertirse en una herramienta para desbloquear ideas originales al forzar al cerebro a pensar de forma más abstracta.

Durante mucho tiempo, el sarcasmo ha tenido la fama de ser una forma de comunicación pesada, irónica y agresiva. Sin embargo, distintas investigaciones muestran su relación directa con la creatividad y con ciertos procesos mentales complejos.

Un estudio realizado por Harvard Business School, Columbia Business School e INSEAD titulado La forma más alta de inteligencia: el sarcasmo aumenta la creatividad tanto en quienes lo expresan como en quienes lo reciben, demuestra que el sarcasmo tiene un lado positivo.

Relacionado: Innovar duele, pero quedarse atrás cuesta más

¿Qué pasa en nuestro cerebro al producir o interpretar un mensaje sarcástico?

El equipo analizó cómo funciona el cerebro cuando se produce o se interpreta un comentario sarcástico, algo que parece sencillo, pero demanda varias operaciones mentales simultáneas.

El sarcasmo se basa en decir algo que no coincide con lo que realmente se quiere comunicar, generalmente con un toque de ironía o exageración en la voz. Se asocia con la burla y, para algunas personas, incluso con la hostilidad.

El estudio plantea que detrás del sarcasmo hay un ejercicio mental bastante sofisticado.

Para comprobarlo, los investigadores dividieron a los participantes en cuatro grupos: uno que debía expresar sarcasmo, otro que lo recibiría, un tercero que sería totalmente sincero y un grupo de control que no usó ninguno de estos estilos.

Después, cada grupo participó en breves conversaciones antes de resolver una serie de pruebas de creatividad que no estaban relacionadas con lo que acababan de hablar.

Quienes habían estado expuestos al sarcasmo —ya fuera enviándolo o recibiéndolo— mostraron un mejor desempeño creativo que aquellos que participaron en condiciones sinceras o neutras. La explicación apunta a que descifrar el verdadero significado de un comentario sarcástico obliga a activar el pensamiento abstracto, uno de los motores de la creatividad.

Los resultados exponen que, usado con criterio, el sarcasmo estimula el cerebro y abre la puerta a nuevas formas de pensar.

“Esto sugiere que el sarcasmo tiene el potencial de catalizar la creatividad en todos”, dijo Adam Galinsky, investigador de Columbia, en una entrevista con The Gazette.

El estudio también analizó la percepción social del sarcasmo. Según Galinsky, no necesariamente genera más tensión o desprecio cuando ocurre entre personas que ya mantienen una relación de confianza: “a diferencia del sarcasmo entre partes que desconfían entre sí, el sarcasmo entre individuos que comparten una relación de confianza no genera más desprecio que la sinceridad”.

Aunque su uso excesivo puede provocar malentendidos, el sarcasmo forma parte del lenguaje cotidiano y ha sido clave en el humor de figuras como Groucho Marx, autor de la célebre frase: “He pasado una noche absolutamente maravillosa. Pero esta no fue”.

Relacionado: Los líderes fuertes usan esta estrategia creativa para generar las mejores ideas

Conclusiones Clave

  • Cuando se usa en contextos de confianza, el sarcasmo puede convertirse en una herramienta para desbloquear ideas originales al forzar al cerebro a pensar de forma más abstracta.

Durante mucho tiempo, el sarcasmo ha tenido la fama de ser una forma de comunicación pesada, irónica y agresiva. Sin embargo, distintas investigaciones muestran su relación directa con la creatividad y con ciertos procesos mentales complejos.

Un estudio realizado por Harvard Business School, Columbia Business School e INSEAD titulado La forma más alta de inteligencia: el sarcasmo aumenta la creatividad tanto en quienes lo expresan como en quienes lo reciben, demuestra que el sarcasmo tiene un lado positivo.

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El equipo analizó cómo funciona el cerebro cuando se produce o se interpreta un comentario sarcástico, algo que parece sencillo, pero demanda varias operaciones mentales simultáneas.

El sarcasmo se basa en decir algo que no coincide con lo que realmente se quiere comunicar, generalmente con un toque de ironía o exageración en la voz. Se asocia con la burla y, para algunas personas, incluso con la hostilidad.

El estudio plantea que detrás del sarcasmo hay un ejercicio mental bastante sofisticado.

Para comprobarlo, los investigadores dividieron a los participantes en cuatro grupos: uno que debía expresar sarcasmo, otro que lo recibiría, un tercero que sería totalmente sincero y un grupo de control que no usó ninguno de estos estilos.

Después, cada grupo participó en breves conversaciones antes de resolver una serie de pruebas de creatividad que no estaban relacionadas con lo que acababan de hablar.

Quienes habían estado expuestos al sarcasmo —ya fuera enviándolo o recibiéndolo— mostraron un mejor desempeño creativo que aquellos que participaron en condiciones sinceras o neutras. La explicación apunta a que descifrar el verdadero significado de un comentario sarcástico obliga a activar el pensamiento abstracto, uno de los motores de la creatividad.

Los resultados exponen que, usado con criterio, el sarcasmo estimula el cerebro y abre la puerta a nuevas formas de pensar.

“Esto sugiere que el sarcasmo tiene el potencial de catalizar la creatividad en todos”, dijo Adam Galinsky, investigador de Columbia, en una entrevista con The Gazette.

El estudio también analizó la percepción social del sarcasmo. Según Galinsky, no necesariamente genera más tensión o desprecio cuando ocurre entre personas que ya mantienen una relación de confianza: “a diferencia del sarcasmo entre partes que desconfían entre sí, el sarcasmo entre individuos que comparten una relación de confianza no genera más desprecio que la sinceridad”.

Aunque su uso excesivo puede provocar malentendidos, el sarcasmo forma parte del lenguaje cotidiano y ha sido clave en el humor de figuras como Groucho Marx, autor de la célebre frase: “He pasado una noche absolutamente maravillosa. Pero esta no fue”.

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