Por qué tu mentalidad puede ser tu estrategia más poderosa al emprender — y cómo desarrollarla
Pasé de ser pasante en la ONU a cofundar una de las startups tecnológicas de más rápido crecimiento en Europa, demostrando que el éxito no depende del origen, sino de la mentalidad y la perseverancia.

Crecí en una dura ciudad industrial del este de Ucrania, donde vi a muchas personas talentosas abandonar poco a poco sus sueños. Desde pequeño me enseñaron que si vienes de un pueblo pequeño, tus opciones son limitadas — que la ambición es cosa de otros. Muchas veces ni siquiera notamos los límites que nosotros mismos, o la sociedad, nos imponemos. Yo decidí descubrir qué pasaba si los ignoraba.
Estudié Ciencias Políticas, hice prácticas en la ONU, trabajé en corporaciones internacionales y lancé varias startups antes de encontrar mi verdadera vocación.
Hoy, nuestra empresa tecnológica HOLYWATER está transformando el mundo del entretenimiento. Somos una de las startups de más rápido crecimiento en Europa. Con series que alcanzan hasta 20 millones de visualizaciones, My Drama ha sido reconocida con los premios Webby, Muse y W3 Awards. Además, My Passion, una plataforma independiente de publicación digital de libros, cuenta con más de 1,000 títulos, muchos de los cuales se han convertido en bestsellers.
No necesitas un título en negocios, experiencia técnica ni credenciales “perfectas” para construir algo extraordinario. Aquí comparto algunas de las lecciones más importantes que aprendí al cambiar de rumbo profesional.
Relacionado: El éxito emprendedor depende de tener la mentalidad correcta: aquí te explicamos cómo desarrollarla
En lugar de elegir entre las opciones existentes, crea las tuyas propias
El 58% de los emprendedores trabajó en empresas antes de fundar su negocio. Así que sí, ellos también eran de los que trabajaban de nueve a cinco, esperaban su cheque cada quincena y pensaban cómo pedir un ascenso con tacto.
Yo me gradué de un liceo de matemáticas, hice una pasantía en la ONU y trabajé en una corporación durante dos años. Fue una experiencia interesante y valiosa, pero en el fondo sabía que quería algo más: no solo contribuir a los sistemas existentes, sino crear nuevos que pudieran cambiar la forma en que la gente vive y piensa.
Cuando dejé mi trabajo corporativo en 2016 para lanzar mi primera startup, mis colegas me advirtieron que la mayoría de las startups fracasan y que estaba desperdiciando una carrera prometedora. Había escuchado advertencias similares toda mi vida, pero aprendí que tu origen no te descalifica; te da una perspectiva única que otros no tienen.
Cuestiona cada suposición sobre lo que es posible para alguien con tu trayectoria.
Incluso si has pasado toda tu carrera como empleado y sin habilidades técnicas, todavía puedes construir una startup exitosa. Hoy existen herramientas no-code como Cursor, Lovable o Rork, que permiten crear productos sin necesidad de saber programar.
Para identificar los patrones de comportamiento inconscientes que limitan tu potencial, empieza con prácticas diarias de reflexión — ya sea escribir un diario, meditar o leer filosofía. Entre mis lecturas imprescindibles para fundadores están Mindset de Carol Dweck, How the Mind Works de Steven Pinker y Reinventing Your Life de Jeffrey Young. Si aún no has leído ninguno, empieza ahora. Será un impulso para tu desarrollo personal futuro.
Relacionado: 5 libros que todo dueño de una pequeña empresa debería leer
Reformula los fracasos como aceleradores del crecimiento
La industria tecnológica tiene una tasa de fracaso del 63% en los primeros cinco años, la más alta de todos los sectores. Sin embargo, eso no debería detenerte a la hora de construir tu producto. Si todos los emprendedores le tuvieran miedo a las estadísticas, hoy no tendríamos ninguna de las soluciones tecnológicas que usamos (incluida HOLYWATER).
Mi primera startup, lanzada en 2016, fracasó. En lugar de verlo como una prueba de que el emprendimiento no era para mí, lo tomé como una lección. Ese fracaso me enseñó más sobre los fundamentos de los negocios que cualquier programa formal, y finalmente me llevó a cofundar mi empresa.
Solo hay que mirar los giros que dieron forma a los gigantes actuales: Netflix pasó de alquilar DVD a ofrecer streaming, y después se convirtió en una potencia de producción de contenido. Instagram empezó como una aplicación de microblogging móvil antes de reinventarse como plataforma para compartir fotos. Cada “fracaso” es información sobre lo que no funciona, y te acerca un paso más a lo que sí.
Construye con un equipo desde el primer día
El apoyo del equipo es una de esas cosas que te mantiene en movimiento y evita que te detengas ante el fracaso.
En 2019, mi equipo probó varios modelos de negocio. Hicimos de todo: desde lanzar un sitio web de entretenimiento hasta experimentar con juegos de Facebook e incluso hacer marketing reactivo de lámparas repelentes de mosquitos (¡con éxito, por cierto!). Estoy seguro de que no habría hecho tantos experimentos por mi cuenta, pero esta comunidad de personas apasionadas y con una visión similar realmente me impulsó.
Junto con Anatolii Kasianov, lanzamos una aplicación de fondos de pantalla animados para iPhone que generó $100,000 dólares en ingresos durante los dos primeros meses. Después seguimos lanzando y probando distintas apps, buscando “esa” que marcaría la diferencia.
La clave está en entender que las habilidades complementarias crean valor exponencial, no solo acumulativo.
Yo aporté el desarrollo de negocio y la visión estratégica; Anatolii aportó la ejecución técnica. Ninguno de los dos habría logrado los mismos resultados por separado. Al formar tu equipo, busca personas cuyas fortalezas compensen tus debilidades, no gente que piense exactamente como tú.
Piensa a largo plazo, no en victorias rápidas
Tras escalar nuestro portafolio de apps, me di cuenta de que no quería seguir creando aplicaciones al azar sin retención ni impacto real. Quería construir algo duradero.
Este cambio de enfoque llevó a HOLYWATER a centrarse en el ecosistema de contenido. En lugar de perseguir ingresos rápidos, invertimos en entender la narrativa, el entretenimiento y cómo la inteligencia artificial (IA) puede potenciar la creatividad humana. Esa visión a largo plazo dio lugar a My Drama, My Passion y My Muse — plataformas que ahora sirven a millones de usuarios en todo el mundo y alcanzan más de 100 millones de contenidos vistos o leídos.
Si pudiera dar un solo consejo a fundadores en etapas tempranas sería: no intentes ganar una sola ronda de financiación ni alcanzar un objetivo de ingresos puntual. Más bien, apunta a construir sistemas y capacidades que puedan evolucionar y multiplicarse durante décadas.
El “momento perfecto” nunca va a llegar
¿Has intentado todos los caminos tradicionales que tu entorno te recomendó y ninguno funcionó para ti? Entonces empieza a construir el tuyo. Dar el paso hacia la incertidumbre da miedo, pero cada paso te ayudará a descubrir tu propio estilo de liderazgo.
Sigue avanzando y reflexiona sobre tu camino. Pregúntate: “¿Qué me da energía y qué me la quita?” y “¿Cómo me preparan mis experiencias, de forma única, para esta oportunidad?”. Convierte tus fracasos en un punto de partida para crecer.
Tienes permiso para escribir tu propia historia. Hay muchos nichos que necesitan las soluciones que solo tu combinación única de experiencias puede crear.
Relacionado: No solo moneticé mi pasatiempo: lo transformé en una startup que empodera a escritores en todo el mundo
Crecí en una dura ciudad industrial del este de Ucrania, donde vi a muchas personas talentosas abandonar poco a poco sus sueños. Desde pequeño me enseñaron que si vienes de un pueblo pequeño, tus opciones son limitadas — que la ambición es cosa de otros. Muchas veces ni siquiera notamos los límites que nosotros mismos, o la sociedad, nos imponemos. Yo decidí descubrir qué pasaba si los ignoraba.
Estudié Ciencias Políticas, hice prácticas en la ONU, trabajé en corporaciones internacionales y lancé varias startups antes de encontrar mi verdadera vocación.
Hoy, nuestra empresa tecnológica HOLYWATER está transformando el mundo del entretenimiento. Somos una de las startups de más rápido crecimiento en Europa. Con series que alcanzan hasta 20 millones de visualizaciones, My Drama ha sido reconocida con los premios Webby, Muse y W3 Awards. Además, My Passion, una plataforma independiente de publicación digital de libros, cuenta con más de 1,000 títulos, muchos de los cuales se han convertido en bestsellers.
No necesitas un título en negocios, experiencia técnica ni credenciales “perfectas” para construir algo extraordinario. Aquí comparto algunas de las lecciones más importantes que aprendí al cambiar de rumbo profesional.
Relacionado: El éxito emprendedor depende de tener la mentalidad correcta: aquí te explicamos cómo desarrollarla
En lugar de elegir entre las opciones existentes, crea las tuyas propias
El 58% de los emprendedores trabajó en empresas antes de fundar su negocio. Así que sí, ellos también eran de los que trabajaban de nueve a cinco, esperaban su cheque cada quincena y pensaban cómo pedir un ascenso con tacto.
Yo me gradué de un liceo de matemáticas, hice una pasantía en la ONU y trabajé en una corporación durante dos años. Fue una experiencia interesante y valiosa, pero en el fondo sabía que quería algo más: no solo contribuir a los sistemas existentes, sino crear nuevos que pudieran cambiar la forma en que la gente vive y piensa.
Cuando dejé mi trabajo corporativo en 2016 para lanzar mi primera startup, mis colegas me advirtieron que la mayoría de las startups fracasan y que estaba desperdiciando una carrera prometedora. Había escuchado advertencias similares toda mi vida, pero aprendí que tu origen no te descalifica; te da una perspectiva única que otros no tienen.
Cuestiona cada suposición sobre lo que es posible para alguien con tu trayectoria.
Incluso si has pasado toda tu carrera como empleado y sin habilidades técnicas, todavía puedes construir una startup exitosa. Hoy existen herramientas no-code como Cursor, Lovable o Rork, que permiten crear productos sin necesidad de saber programar.
Para identificar los patrones de comportamiento inconscientes que limitan tu potencial, empieza con prácticas diarias de reflexión — ya sea escribir un diario, meditar o leer filosofía. Entre mis lecturas imprescindibles para fundadores están Mindset de Carol Dweck, How the Mind Works de Steven Pinker y Reinventing Your Life de Jeffrey Young. Si aún no has leído ninguno, empieza ahora. Será un impulso para tu desarrollo personal futuro.
Relacionado: 5 libros que todo dueño de una pequeña empresa debería leer
Reformula los fracasos como aceleradores del crecimiento
La industria tecnológica tiene una tasa de fracaso del 63% en los primeros cinco años, la más alta de todos los sectores. Sin embargo, eso no debería detenerte a la hora de construir tu producto. Si todos los emprendedores le tuvieran miedo a las estadísticas, hoy no tendríamos ninguna de las soluciones tecnológicas que usamos (incluida HOLYWATER).
Mi primera startup, lanzada en 2016, fracasó. En lugar de verlo como una prueba de que el emprendimiento no era para mí, lo tomé como una lección. Ese fracaso me enseñó más sobre los fundamentos de los negocios que cualquier programa formal, y finalmente me llevó a cofundar mi empresa.
Solo hay que mirar los giros que dieron forma a los gigantes actuales: Netflix pasó de alquilar DVD a ofrecer streaming, y después se convirtió en una potencia de producción de contenido. Instagram empezó como una aplicación de microblogging móvil antes de reinventarse como plataforma para compartir fotos. Cada “fracaso” es información sobre lo que no funciona, y te acerca un paso más a lo que sí.
Construye con un equipo desde el primer día
El apoyo del equipo es una de esas cosas que te mantiene en movimiento y evita que te detengas ante el fracaso.
En 2019, mi equipo probó varios modelos de negocio. Hicimos de todo: desde lanzar un sitio web de entretenimiento hasta experimentar con juegos de Facebook e incluso hacer marketing reactivo de lámparas repelentes de mosquitos (¡con éxito, por cierto!). Estoy seguro de que no habría hecho tantos experimentos por mi cuenta, pero esta comunidad de personas apasionadas y con una visión similar realmente me impulsó.
Junto con Anatolii Kasianov, lanzamos una aplicación de fondos de pantalla animados para iPhone que generó $100,000 dólares en ingresos durante los dos primeros meses. Después seguimos lanzando y probando distintas apps, buscando “esa” que marcaría la diferencia.
La clave está en entender que las habilidades complementarias crean valor exponencial, no solo acumulativo.
Yo aporté el desarrollo de negocio y la visión estratégica; Anatolii aportó la ejecución técnica. Ninguno de los dos habría logrado los mismos resultados por separado. Al formar tu equipo, busca personas cuyas fortalezas compensen tus debilidades, no gente que piense exactamente como tú.
Piensa a largo plazo, no en victorias rápidas
Tras escalar nuestro portafolio de apps, me di cuenta de que no quería seguir creando aplicaciones al azar sin retención ni impacto real. Quería construir algo duradero.
Este cambio de enfoque llevó a HOLYWATER a centrarse en el ecosistema de contenido. En lugar de perseguir ingresos rápidos, invertimos en entender la narrativa, el entretenimiento y cómo la inteligencia artificial (IA) puede potenciar la creatividad humana. Esa visión a largo plazo dio lugar a My Drama, My Passion y My Muse — plataformas que ahora sirven a millones de usuarios en todo el mundo y alcanzan más de 100 millones de contenidos vistos o leídos.
Si pudiera dar un solo consejo a fundadores en etapas tempranas sería: no intentes ganar una sola ronda de financiación ni alcanzar un objetivo de ingresos puntual. Más bien, apunta a construir sistemas y capacidades que puedan evolucionar y multiplicarse durante décadas.
El “momento perfecto” nunca va a llegar
¿Has intentado todos los caminos tradicionales que tu entorno te recomendó y ninguno funcionó para ti? Entonces empieza a construir el tuyo. Dar el paso hacia la incertidumbre da miedo, pero cada paso te ayudará a descubrir tu propio estilo de liderazgo.
Sigue avanzando y reflexiona sobre tu camino. Pregúntate: “¿Qué me da energía y qué me la quita?” y “¿Cómo me preparan mis experiencias, de forma única, para esta oportunidad?”. Convierte tus fracasos en un punto de partida para crecer.
Tienes permiso para escribir tu propia historia. Hay muchos nichos que necesitan las soluciones que solo tu combinación única de experiencias puede crear.
Relacionado: No solo moneticé mi pasatiempo: lo transformé en una startup que empodera a escritores en todo el mundo
The rest of this article is locked.
Join Entrepreneur+ today for access.
Already have an account? Sign In