10 hábitos que transformarán por completo tu vida y tu negocio en 2026
Los mejores hábitos no buscan optimizarte: buscan sostenerte, darte resiliencia y ayudarte a mostrarte como tu versión más sana y feliz.
Las opiniones expresadas por los colaboradores de Entrepreneur son personales.
El año pasado compartí 9 hábitos para ayudarte a tener más éxito en los negocios, la vida y las relaciones, y muchos me escribieron para contarme cómo pequeños cambios transformaron por completo su energía, enfoque y confianza. Este año, quiero llevarlo un paso más allá.
En 2026, el objetivo no es mejorar sin parar. Es construir sostenibilidad, resiliencia y una versión más sana, más feliz y más productiva de ti. Durante el último año, he profundizado muchas de estas rutinas y he notado más energía, fuerza y alegría.
A mis 49 años, estoy más sana y en mejor forma que nunca — y eso dice mucho, viniendo de alguien que solía competir en triatlones e Ironman.
1. Entrena fuerza cuatro veces a la semana
El músculo es la moneda de la longevidad. Sostiene tu metabolismo, tus hormonas y tu confianza. A medida que envejecemos, el entrenamiento de resistencia es la forma más efectiva de mantenernos fuertes, móviles y libres de lesiones. Además, el músculo mantiene tu metabolismo activo, tus hormonas equilibradas y tu cuerpo resiliente con el paso del tiempo.
Puedes empezar con apps como Peloton o Ladder, o, si tienes los medios, invertir en un entrenador que se adapte a tus metas y estilo de vida. Programa tus sesiones de fuerza de la misma manera que programarías una llamada importante: como algo innegociable.
Relacionado: En el mundo emprendedor, aguantar también es tener éxito
2. Llega a la zona 5 de frecuencia cardíaca una vez por semana
La Dra. Stacy Sims llama al entrenamiento de alta intensidad “fertilizante para el cerebro”. Llegar a la zona 5 (ese esfuerzo muy intenso que te deja sin aliento) mejora la cognición, la densidad ósea y la función mitocondrial.
También entrena a tu cuerpo y a tu mente para manejar el estrés — incluido el que enfrentamos a diario como fundadores y líderes. Corre sprints, anda en bici, usa el ski-erg o haz swings con kettlebell: lo importante es que alcances ese umbral al menos una vez por semana. Spoiler: te vas a sentir increíble.
3. Camina 30 minutos todos los días
Más del 50% de los adultos en Estados Unidos pasa unas 9.5 horas al día sentado, y cerca del 25% afirma no realizar ninguna actividad física recreativa fuera del trabajo. Caminar es la herramienta de productividad más subestimada que existe. Favorece la creatividad, despeja la mente, mejora la digestión, la circulación y el estado de ánimo.
Muchas de mis mejores ideas surgen mientras camino, no en reuniones. Cambia una llamada por Zoom por una reunión caminando, o muévete mientras atiendes llamadas. En su libro más reciente, Hecho para moverte: los diez hábitos esenciales para moverte con libertad y vivir plenamente (Built To Move: The Ten Essential Habits to Help You Move Freely and Live Fully), Kelly y Juliet Starrett explican: “Caminar pone todo en movimiento dentro de nuestro cuerpo. Es como nutrimos todos nuestros tejidos, cómo nos descongestionamos, cómo estimulamos al cuerpo a liberar desechos”.
Relacionado: Tus hábitos están hablando. Esto es lo que dicen de ti
4. Protege tu sueño como si fuera ingreso
El sueño es el potenciador de rendimiento original. Dormir de siete a ocho horas cada noche impulsa tu toma de decisiones, tu regulación emocional y tu productividad. Si te saltas un buen descanso, básicamente llegas con jet-lag a tu trabajo, a tu familia y a tu salud. Crea una rutina nocturna que te ayude a bajar revoluciones y trata la hora de dormir como una cita fija con tu “yo del futuro”.
5. Lee al menos diez páginas al día
La IA está haciendo nuestra vida más fácil… y nuestra mente más perezosa. Leer te mantiene agudo, amplía tu perspectiva y fortalece tu capacidad de concentración. Si estás retomando el hábito, empieza con diez páginas al día: eso suma alrededor de doce libros al año.
Elige contenido que te interese y, mejor aún, que te rete. Lo que alimenta tu mente importa tanto como lo que alimenta tu cuerpo.
6. Come comida de verdad
Mientras más limpios sean tus insumos, más claro será tu resultado. Prioriza proteína, fibra y alimentos integrales, y limita lo empaquetado y procesado. Cuando empiezas a nutrirte bien, los antojos y los cambios de humor disminuyen y tu energía se estabiliza. Yo preparo comidas rápidas y sencillas de proteína con vegetales y agrego condimentos llenos de sabor, como Everything Con Chipotle de la reconocida chef y autora Marcela Valladolid, o las salsas limpias para mojar y asar de Primal Kitchen Foods.
La buena noticia: cada vez más restaurantes y servicios de comida a domicilio están eliminando los aceites de semillas, desde Starbucks hasta Sweetgreens. Thrive Market es un excelente recurso en línea si tienes acceso limitado a ingredientes limpios, y tanto Costco como Target siguen ampliando su oferta con opciones más saludables.
En resumen: Nada sabe mejor que sentirse bien.
7. Practica la gratitud diaria
La gratitud es combustible de cohete para tu perspectiva. Empieza o termina tu día enumerando tres logros. Pueden ir desde conseguir un nuevo cliente hasta escuchar la risa de tu hijo o terminar ese entrenamiento.
Cuando entrenas tu mente para notar el progreso, llegas a tu equipo, a tu familia y a tu vida en un estado más calmado, claro y centrado. Sentirse agradecido transforma tu sistema nervioso, pasando del estado de esfuerzo constante al de equilibrio y serenidad. Y lo mejor de todo: es gratis.
8. Aprende una nueva habilidad en línea
El costo de todo está subiendo, pero el conocimiento se multiplica. Elige una habilidad —como copywriting, video de formato corto, programación, SEO o medios digitales— e invierte 30 minutos a la semana. Esto crea nuevas conexiones neuronales, te mantiene vigente y amplía tu potencial de ingresos.
Antes de viajar a Europa el verano pasado, me comprometí con una racha de alemán en Duolingo durante dos meses. Algunas noches, el recordatorio de la lección aparecía justo cuando era lo último que quería hacer, pero cumplir de todos modos fortaleció mi disciplina y mejoró mi alemán — un pequeño guiño a mis raíces austriacas. La curiosidad es la nueva ventaja competitiva.
9. Siéntate en silencio durante diez minutos
El hábito más difícil para mí, pero el más transformador. La quietud reinicia tu respiración, reduce el cortisol y le da a tu mente espacio para pensar. Vivimos en un mundo que glorifica estar “ocupado”, pero el silencio es donde ocurre la verdadera integración: donde las ideas se conectan, se forma la claridad y el estrés se disipa.
El neurocientífico Dr. Andrew Huberman llama a esto “descanso profundo sin dormir”, una forma de recargar los circuitos de enfoque del cerebro en cuestión de minutos. Pruébalo antes de dormir, entre reuniones o después de entrenar. Si el silencio se te hace imposible, empieza con una pista guiada de respiración. Saldrás con más claridad, calma y creatividad.
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10. Audita tus insumos
Tu entorno te programa. Las cuentas que sigues, las conversaciones que aceptas, la comida en tu refrigerador: todo suma. Si no te energiza o no te educa, sácalo. El crecimiento suele ser menos cuestión de añadir y más de eliminar.
Yo empecé a poner límites de tiempo al scrolling y casi no reviso Facebook, y no me he perdido de mucho. Mi esposo eliminó recientemente las aplicaciones de redes sociales de su teléfono y ha estado leyendo más libros. Se siente más despejado y es más productivo.
Cada pocos meses edito mis fuentes de noticias y me doy de baja de correos que no cumplen una función. Estos pequeños cambios despejan el desorden mental y abren espacio para el enfoque, la calma y la creatividad. Yo prefiero no depender de la tecnología para mantenerme alejada de la tecnología, pero si necesitas apoyo, Brick se ve interesante y one-sec ha sido útil para varios amigos.
No necesitas un gran cambio para sentirte mejor: solo patrones consistentes que respalden en quién quieres convertirte. Estas decisiones pequeñas y sostenibles, repetidas con el tiempo, transformarán cómo piensas, lideras y vives.
Los emprendedores construyen empresas una decisión a la vez. ¿Y si empiezas hoy a construirte con la misma intención?
El año pasado compartí 9 hábitos para ayudarte a tener más éxito en los negocios, la vida y las relaciones, y muchos me escribieron para contarme cómo pequeños cambios transformaron por completo su energía, enfoque y confianza. Este año, quiero llevarlo un paso más allá.
En 2026, el objetivo no es mejorar sin parar. Es construir sostenibilidad, resiliencia y una versión más sana, más feliz y más productiva de ti. Durante el último año, he profundizado muchas de estas rutinas y he notado más energía, fuerza y alegría.
A mis 49 años, estoy más sana y en mejor forma que nunca — y eso dice mucho, viniendo de alguien que solía competir en triatlones e Ironman.
1. Entrena fuerza cuatro veces a la semana
El músculo es la moneda de la longevidad. Sostiene tu metabolismo, tus hormonas y tu confianza. A medida que envejecemos, el entrenamiento de resistencia es la forma más efectiva de mantenernos fuertes, móviles y libres de lesiones. Además, el músculo mantiene tu metabolismo activo, tus hormonas equilibradas y tu cuerpo resiliente con el paso del tiempo.
Puedes empezar con apps como Peloton o Ladder, o, si tienes los medios, invertir en un entrenador que se adapte a tus metas y estilo de vida. Programa tus sesiones de fuerza de la misma manera que programarías una llamada importante: como algo innegociable.
Relacionado: En el mundo emprendedor, aguantar también es tener éxito
2. Llega a la zona 5 de frecuencia cardíaca una vez por semana
La Dra. Stacy Sims llama al entrenamiento de alta intensidad “fertilizante para el cerebro”. Llegar a la zona 5 (ese esfuerzo muy intenso que te deja sin aliento) mejora la cognición, la densidad ósea y la función mitocondrial.
También entrena a tu cuerpo y a tu mente para manejar el estrés — incluido el que enfrentamos a diario como fundadores y líderes. Corre sprints, anda en bici, usa el ski-erg o haz swings con kettlebell: lo importante es que alcances ese umbral al menos una vez por semana. Spoiler: te vas a sentir increíble.
3. Camina 30 minutos todos los días
Más del 50% de los adultos en Estados Unidos pasa unas 9.5 horas al día sentado, y cerca del 25% afirma no realizar ninguna actividad física recreativa fuera del trabajo. Caminar es la herramienta de productividad más subestimada que existe. Favorece la creatividad, despeja la mente, mejora la digestión, la circulación y el estado de ánimo.
Muchas de mis mejores ideas surgen mientras camino, no en reuniones. Cambia una llamada por Zoom por una reunión caminando, o muévete mientras atiendes llamadas. En su libro más reciente, Hecho para moverte: los diez hábitos esenciales para moverte con libertad y vivir plenamente (Built To Move: The Ten Essential Habits to Help You Move Freely and Live Fully), Kelly y Juliet Starrett explican: “Caminar pone todo en movimiento dentro de nuestro cuerpo. Es como nutrimos todos nuestros tejidos, cómo nos descongestionamos, cómo estimulamos al cuerpo a liberar desechos”.
Relacionado: Tus hábitos están hablando. Esto es lo que dicen de ti
4. Protege tu sueño como si fuera ingreso
El sueño es el potenciador de rendimiento original. Dormir de siete a ocho horas cada noche impulsa tu toma de decisiones, tu regulación emocional y tu productividad. Si te saltas un buen descanso, básicamente llegas con jet-lag a tu trabajo, a tu familia y a tu salud. Crea una rutina nocturna que te ayude a bajar revoluciones y trata la hora de dormir como una cita fija con tu “yo del futuro”.
5. Lee al menos diez páginas al día
La IA está haciendo nuestra vida más fácil… y nuestra mente más perezosa. Leer te mantiene agudo, amplía tu perspectiva y fortalece tu capacidad de concentración. Si estás retomando el hábito, empieza con diez páginas al día: eso suma alrededor de doce libros al año.
Elige contenido que te interese y, mejor aún, que te rete. Lo que alimenta tu mente importa tanto como lo que alimenta tu cuerpo.
6. Come comida de verdad
Mientras más limpios sean tus insumos, más claro será tu resultado. Prioriza proteína, fibra y alimentos integrales, y limita lo empaquetado y procesado. Cuando empiezas a nutrirte bien, los antojos y los cambios de humor disminuyen y tu energía se estabiliza. Yo preparo comidas rápidas y sencillas de proteína con vegetales y agrego condimentos llenos de sabor, como Everything Con Chipotle de la reconocida chef y autora Marcela Valladolid, o las salsas limpias para mojar y asar de Primal Kitchen Foods.
La buena noticia: cada vez más restaurantes y servicios de comida a domicilio están eliminando los aceites de semillas, desde Starbucks hasta Sweetgreens. Thrive Market es un excelente recurso en línea si tienes acceso limitado a ingredientes limpios, y tanto Costco como Target siguen ampliando su oferta con opciones más saludables.
En resumen: Nada sabe mejor que sentirse bien.
7. Practica la gratitud diaria
La gratitud es combustible de cohete para tu perspectiva. Empieza o termina tu día enumerando tres logros. Pueden ir desde conseguir un nuevo cliente hasta escuchar la risa de tu hijo o terminar ese entrenamiento.
Cuando entrenas tu mente para notar el progreso, llegas a tu equipo, a tu familia y a tu vida en un estado más calmado, claro y centrado. Sentirse agradecido transforma tu sistema nervioso, pasando del estado de esfuerzo constante al de equilibrio y serenidad. Y lo mejor de todo: es gratis.
8. Aprende una nueva habilidad en línea
El costo de todo está subiendo, pero el conocimiento se multiplica. Elige una habilidad —como copywriting, video de formato corto, programación, SEO o medios digitales— e invierte 30 minutos a la semana. Esto crea nuevas conexiones neuronales, te mantiene vigente y amplía tu potencial de ingresos.
Antes de viajar a Europa el verano pasado, me comprometí con una racha de alemán en Duolingo durante dos meses. Algunas noches, el recordatorio de la lección aparecía justo cuando era lo último que quería hacer, pero cumplir de todos modos fortaleció mi disciplina y mejoró mi alemán — un pequeño guiño a mis raíces austriacas. La curiosidad es la nueva ventaja competitiva.
9. Siéntate en silencio durante diez minutos
El hábito más difícil para mí, pero el más transformador. La quietud reinicia tu respiración, reduce el cortisol y le da a tu mente espacio para pensar. Vivimos en un mundo que glorifica estar “ocupado”, pero el silencio es donde ocurre la verdadera integración: donde las ideas se conectan, se forma la claridad y el estrés se disipa.
El neurocientífico Dr. Andrew Huberman llama a esto “descanso profundo sin dormir”, una forma de recargar los circuitos de enfoque del cerebro en cuestión de minutos. Pruébalo antes de dormir, entre reuniones o después de entrenar. Si el silencio se te hace imposible, empieza con una pista guiada de respiración. Saldrás con más claridad, calma y creatividad.
Relacionado: Cómo transformar el dolor de la pérdida en un propósito poderoso
10. Audita tus insumos
Tu entorno te programa. Las cuentas que sigues, las conversaciones que aceptas, la comida en tu refrigerador: todo suma. Si no te energiza o no te educa, sácalo. El crecimiento suele ser menos cuestión de añadir y más de eliminar.
Yo empecé a poner límites de tiempo al scrolling y casi no reviso Facebook, y no me he perdido de mucho. Mi esposo eliminó recientemente las aplicaciones de redes sociales de su teléfono y ha estado leyendo más libros. Se siente más despejado y es más productivo.
Cada pocos meses edito mis fuentes de noticias y me doy de baja de correos que no cumplen una función. Estos pequeños cambios despejan el desorden mental y abren espacio para el enfoque, la calma y la creatividad. Yo prefiero no depender de la tecnología para mantenerme alejada de la tecnología, pero si necesitas apoyo, Brick se ve interesante y one-sec ha sido útil para varios amigos.
No necesitas un gran cambio para sentirte mejor: solo patrones consistentes que respalden en quién quieres convertirte. Estas decisiones pequeñas y sostenibles, repetidas con el tiempo, transformarán cómo piensas, lideras y vives.
Los emprendedores construyen empresas una decisión a la vez. ¿Y si empiezas hoy a construirte con la misma intención?
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