Cómo la inteligencia artificial está transformando la industria de energía solar

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Conclusiones Clave
- España, Portugal y Latinoamérica lideran la adopción gracias a su alta irradiación solar y políticas favorables.
- La combinación de IA y energía solar abre oportunidades de innovación, sostenibilidad y crecimiento en el sector.
La transición hacia energías limpias es uno de los retos globales más cruciales de nuestra era. En este panorama, la energía solar surge como un pilar fundamental, y su intersección con la inteligencia artificial (IA) está generando un ecosistema de oportunidades sin precedentes, especialmente en regiones donde el sol llega más que en otros lugares, como Latinoamérica, España y Portugal.
El plan de España es quizá uno de los más destacados. El país se puso el objetivo de obtener el 81% de su electricidad de fuentes renovables para 2030. En consecuencia, la industria solar española está muy regulada, y ese marco normativo sigue evolucionando.
No es para menos. La energía solar llegó como una solución real amigable con el medio ambiente que requiere de todas las garantías y esfuerzos necesarios para avanzar. Hoy, gracias a la IA, el potencial de este sector puede incluso mejorar sus beneficios.
Imagina que cada panel solar, cada planta fotovoltaica, tuviera un cerebro capaz de predecir el tiempo, optimizar su rendimiento al máximo y hasta avisar con días de antelación que necesita una limpieza o reparación. Esto, que hasta hace poco sonaba a ciencia ficción, ya es una realidad gracias a la IA, y está llegando en el momento perfecto para revolucionar un mercado que no deja de crecer.
Hablamos de un sector en plena ebullición, especialmente en países beneficiados por la presencia constante de la luz solar. España no solo bate récords de producción solar año tras año, sino que se ha convertido en un laboratorio de innovación a escala europea.
Cruzando la frontera, Portugal avanza a un ritmo firme y decidido hacia un sistema eléctrico donde el sol será uno de los grandes protagonistas.
Y si miramos hacia Latinoamérica, el potencial es sencillamente abrumador. Brasil ya es una potencia solar global con una capacidad instalada que no para de escalar, mientras que países como Chile o México han visto cómo sus vastos territorios con alta irradiación se han llenado de proyectos que eran impensables hace una década.
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La IA como clave en la evolución de la energía solar
Pero tanta oportunidad trae también nuevos desafíos. ¿Cómo se gestiona tanta energía variable sin colapsar la red? ¿Cómo se mantienen miles de paneles dispersos por geografías complejas? Aquí es donde la IA deja de ser una opción para volverse una aliada indispensable.
Al igual que está ocurriendo en diversos sectores, la industria solar se está viendo ampliamente beneficiada con la democratización de la inteligencia artificial, que cada vez se hace más trascendental precisamente gracias a la gran transformación que esta tecnología viene impulsando.
Las empresas más visionarias ya no envían a técnicos a revisar instalaciones que pueden ser riesgosas. Ahora, usan drones que sobrevuelan las plantas y que, con termografía y algoritmos, detectan un panel defectuoso entre miles en cuestión de minutos, avisando antes de que sufran algún daño. Es como tener un médico que anticipa una enfermedad antes de que aparezcan los síntomas.
La magia no termina ahí. Algunas plataformas impulsadas por IA como Planno permiten a las empresas analizar grandes cantidades de datos —desde imágenes por satélite hasta informes meteorológicos de los últimos años o décadas— para encontrar el lugar perfecto para la próxima gran planta solar o encontrar clientes potenciales con techos ideales, teniendo en cuenta cosas que el ojo humano pasaría por alto.
Para los gestores de la red eléctrica, se ha convertido en una herramienta extremadamente útil, prediciendo con asombrosa precisión cuánta energía se generará mañana o en una semana, permitiendo integrar el sol de forma estable y segura.
A medida que la adopción de la energía solar avanza tanto a nivel industrial como comercial, las oportunidades de desbloquear nuevos beneficios están llegando casi que de manera sincronizada con los nuevos avances tecnológicos.
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Sector atractivo para los inversionistas
Tanta innovación no podía pasar desapercibida para quienes buscan las próximas grandes oportunidades. El mundo de la inversión de capital riesgo ha puesto su mirada más que nunca en este sector precisamente debido al auge de la IA aplicada a todo tipo de industrias y su capacidad para impulsar grandes cambios.
Solo en el segundo trimestre de 2025 se invirtieron €371 millones en startups de este sector, lo que representa seis veces más en comparación con 2024. Desde startups que desarrollan software para optimizar plantas solares o para crear gemelos digitales que simulan su comportamiento están atrayendo millones en financiación.
Los inversores han entendido que invertir en la inteligencia aplicada a la energía solar es apostar por la eficiencia, y la eficiencia es, al final, la clave para ganar en un mercado cada vez más competitivo.
Al final, todo se reduce a una idea simple pero poderosa: el futuro de la energía solar no será solo más brillante, sino mucho más inteligente. Para países como España, Portugal y los diferentes mercados de Latinoamérica, que tienen el recurso más valioso —el sol—, aprovechar esta revolución tecnológica no es solo una ventaja. Es la oportunidad de liderar el próximo capítulo de la energía limpia, con más seguridad, más ahorro y más inteligencia.
Conclusiones Clave
- España, Portugal y Latinoamérica lideran la adopción gracias a su alta irradiación solar y políticas favorables.
- La combinación de IA y energía solar abre oportunidades de innovación, sostenibilidad y crecimiento en el sector.
La transición hacia energías limpias es uno de los retos globales más cruciales de nuestra era. En este panorama, la energía solar surge como un pilar fundamental, y su intersección con la inteligencia artificial (IA) está generando un ecosistema de oportunidades sin precedentes, especialmente en regiones donde el sol llega más que en otros lugares, como Latinoamérica, España y Portugal.
El plan de España es quizá uno de los más destacados. El país se puso el objetivo de obtener el 81% de su electricidad de fuentes renovables para 2030. En consecuencia, la industria solar española está muy regulada, y ese marco normativo sigue evolucionando.
No es para menos. La energía solar llegó como una solución real amigable con el medio ambiente que requiere de todas las garantías y esfuerzos necesarios para avanzar. Hoy, gracias a la IA, el potencial de este sector puede incluso mejorar sus beneficios.
Imagina que cada panel solar, cada planta fotovoltaica, tuviera un cerebro capaz de predecir el tiempo, optimizar su rendimiento al máximo y hasta avisar con días de antelación que necesita una limpieza o reparación. Esto, que hasta hace poco sonaba a ciencia ficción, ya es una realidad gracias a la IA, y está llegando en el momento perfecto para revolucionar un mercado que no deja de crecer.
Hablamos de un sector en plena ebullición, especialmente en países beneficiados por la presencia constante de la luz solar. España no solo bate récords de producción solar año tras año, sino que se ha convertido en un laboratorio de innovación a escala europea.
Cruzando la frontera, Portugal avanza a un ritmo firme y decidido hacia un sistema eléctrico donde el sol será uno de los grandes protagonistas.
Y si miramos hacia Latinoamérica, el potencial es sencillamente abrumador. Brasil ya es una potencia solar global con una capacidad instalada que no para de escalar, mientras que países como Chile o México han visto cómo sus vastos territorios con alta irradiación se han llenado de proyectos que eran impensables hace una década.
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La IA como clave en la evolución de la energía solar
Pero tanta oportunidad trae también nuevos desafíos. ¿Cómo se gestiona tanta energía variable sin colapsar la red? ¿Cómo se mantienen miles de paneles dispersos por geografías complejas? Aquí es donde la IA deja de ser una opción para volverse una aliada indispensable.
Al igual que está ocurriendo en diversos sectores, la industria solar se está viendo ampliamente beneficiada con la democratización de la inteligencia artificial, que cada vez se hace más trascendental precisamente gracias a la gran transformación que esta tecnología viene impulsando.
Las empresas más visionarias ya no envían a técnicos a revisar instalaciones que pueden ser riesgosas. Ahora, usan drones que sobrevuelan las plantas y que, con termografía y algoritmos, detectan un panel defectuoso entre miles en cuestión de minutos, avisando antes de que sufran algún daño. Es como tener un médico que anticipa una enfermedad antes de que aparezcan los síntomas.
La magia no termina ahí. Algunas plataformas impulsadas por IA como Planno permiten a las empresas analizar grandes cantidades de datos —desde imágenes por satélite hasta informes meteorológicos de los últimos años o décadas— para encontrar el lugar perfecto para la próxima gran planta solar o encontrar clientes potenciales con techos ideales, teniendo en cuenta cosas que el ojo humano pasaría por alto.
Para los gestores de la red eléctrica, se ha convertido en una herramienta extremadamente útil, prediciendo con asombrosa precisión cuánta energía se generará mañana o en una semana, permitiendo integrar el sol de forma estable y segura.
A medida que la adopción de la energía solar avanza tanto a nivel industrial como comercial, las oportunidades de desbloquear nuevos beneficios están llegando casi que de manera sincronizada con los nuevos avances tecnológicos.
Relacionado: La adopción de IA en América Latina: entre el potencial y los desafíos prácticos
Sector atractivo para los inversionistas
Tanta innovación no podía pasar desapercibida para quienes buscan las próximas grandes oportunidades. El mundo de la inversión de capital riesgo ha puesto su mirada más que nunca en este sector precisamente debido al auge de la IA aplicada a todo tipo de industrias y su capacidad para impulsar grandes cambios.
Solo en el segundo trimestre de 2025 se invirtieron €371 millones en startups de este sector, lo que representa seis veces más en comparación con 2024. Desde startups que desarrollan software para optimizar plantas solares o para crear gemelos digitales que simulan su comportamiento están atrayendo millones en financiación.
Los inversores han entendido que invertir en la inteligencia aplicada a la energía solar es apostar por la eficiencia, y la eficiencia es, al final, la clave para ganar en un mercado cada vez más competitivo.
Al final, todo se reduce a una idea simple pero poderosa: el futuro de la energía solar no será solo más brillante, sino mucho más inteligente. Para países como España, Portugal y los diferentes mercados de Latinoamérica, que tienen el recurso más valioso —el sol—, aprovechar esta revolución tecnológica no es solo una ventaja. Es la oportunidad de liderar el próximo capítulo de la energía limpia, con más seguridad, más ahorro y más inteligencia.
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