Nadie sabe a ciencia cierta qué se dijeron, pero los reportes indican que tras la llamada entre Elon Musk y Andrés Manuel López Obrador, hay humo blanco.

Según el diario El País, el hombre más rico del mundo y el presidente de México sostuvieron una llamada telefónica para determinar el destino de la giga fábrica de Tesla en tierras mexicanas.

Originalmente la planta se iba a instalar en el estado de Nuevo León, pero la semana pasada el presidente de México alzó la voz para decir que, dada la crisis hídrica en el estado, no permitiría la construcción de la planta en dicho estado. Pero el mandatario ofreció opciones: el estado de Hidalgo, el Estado de México o algún punto de la península de Yucatán.

“Vamos viendo qué dimensiones tiene la empresa, cuántos trabajadores y en qué sitios pueden tener más oportunidades para el abasto de agua, para servicios. Hay zonas en el norte del país donde ya legalmente existe veda, es decir, ya no se pueden dar permisos para la extracción de agua” explicó.

Se estima que la construcción del la planta requiere de un espacio de 800 hectáreas y una inversión de aproximada de $10,000 millones de dólares.