Cómo transformé una vida de dolor en propósito y construí un negocio exitoso
Las lecciones que me trajeron hasta aquí no estaban en los libros de texto. Las aprendí en aceras agrietadas, en albergues y en medio del duelo.
Las opiniones expresadas por los colaboradores de Entrepreneur son personales.
Conclusiones Clave
- Convertir la adversidad en liderazgo significa abrazar la autenticidad y generar lealtad a través de la empatía, no solo de la autoridad.
- Crear una cultura empresarial con alma e integridad resulta fundamental para escalar de forma sostenible y generar impacto, no solo para aumentar la carga de trabajo.
- El emprendimiento es profundamente personal; aprovechar tu historia única y cuidar tu bienestar emocional son claves para el éxito.
Criado en el sur de Los Ángeles, no soñaba con ser CEO. Soñaba con sobrevivir. Cuando estás rodeado de pobreza, violencia y opciones limitadas, “emprendimiento” suena como una palabra ajena. Pero con el tiempo aprendí que la misma fortaleza que necesitas para sobrevivir puede construir un imperio… si sabes convertir el dolor en propósito.
Hoy dirijo una empresa de servicios humanos que opera en varios estados y conduzco un podcast de impacto social llamado The Giovanne Show. Pero las lecciones que me trajeron hasta aquí no estaban en los libros de texto. Las aprendí en aceras agrietadas, en albergues y en medio del duelo.
Estas son tres cosas que he aprendido y que todo emprendedor —especialmente quienes construyen negocios con propósito— debería saber.
1. El liderazgo empieza en el lugar donde te rompiste
Cuando me convertí en líder por primera vez, intenté guiar desde la perfección. Quería que mi equipo viera a un jefe fuerte e inquebrantable. Lo que no entendía era que la autenticidad genera más lealtad que la autoridad.
Al inicio del camino de mi empresa, perdí a mi madre durante la pandemia. Eso me quebró. Pero ser honesto acerca de ese dolor lo cambió todo. Mi transparencia abrió espacio para que mi equipo se mostrara como seres humanos, no solo como empleados. La productividad aumentó y la rotación disminuyó.
Lección: El lugar que te rompió puede convertirse en el cimiento que construya a otros… si dejas de ocultarlo.
Para quienes están formando equipos: Lleva a cabo este mes una reunión que no sea sobre números. Pregunta a tu gente qué les pesa. Descubrirás que la empatía también es una estrategia de rendimiento.
Relacionado: Cómo ser “auténtico” puede jugar en contra de los líderes — y qué significa la verdadera autenticidad
2. Los sistemas sin alma colapsan
Solía pensar que escalar significaba más hojas de cálculo, más reuniones, más datos. Pero cuando trabajas con personas vulnerables —o lideras cualquier organización con misión social— escalar sin alma solo multiplica la disfunción.
En Mysti’s Adult & Family Services, construimos nuestro modelo operativo sobre el cuidado y la responsabilidad. Cada proceso comienza con una pregunta: “¿Cómo sirve esto a la persona que está al centro?” Ese simple filtro mantiene nuestros sistemas humanos.
Los emprendedores suelen pasar años diseñando embudos de clientes y automatizaciones antes de diseñar la experiencia de pertenecer a su empresa. Pero la cultura también es un sistema — y si no la diseñas de forma intencional, se construirá sola, generalmente de formas que no te gustan.
Lección: Construye sistemas que alimenten la humanidad de tu gente, no solo su carga de trabajo. De lo contrario, escalarás el estrés, no el impacto.
3. No persigas la influencia: construye integridad
En la era de las redes sociales, la influencia parece una moneda. Seguidores, likes, colaboraciones… todo parece equivaler al éxito. Pero la influencia sin integridad es un préstamo a corto plazo con intereses altos.
Cuando The Giovanne Show empezó a ganar tracción, recibí mensajes de celebridades, influencers y patrocinadores. Habría sido fácil perseguir exposición. En cambio, me enfoqué en el alineamiento. Si la colaboración no se ajustaba a mi misión —liderazgo, sanación y reforma social— la dejaba pasar.
Esa decisión protegió mi credibilidad. Meses después, T-Boz, artista ganadora del Grammy e integrante de TLC, respaldó públicamente nuestra plataforma. Esa validación llegó no porque yo persiguiera influencia, sino porque me mantuve auténtico.
Lección: En los negocios y en los medios, la integridad es la verdadera influenciadora. Las alianzas correctas siempre llegan cuando hay consistencia, no cuando hay apariencias.
4. Emprender es un trabajo emocional
Hablamos mucho de escalar empresas, pero casi nunca de escalar el carácter. El emprendimiento estira más tu capacidad emocional que tu capacidad financiera. Si no tienes una práctica que te ancle —fe, terapia, mentoría— la presión puede devorarte.
He aprendido que la estrategia empresarial más subestimada es la quietud. No puedes innovar si siempre estás reaccionando.
Prueba esto: programa “horas de silencio del CEO”. Sin llamadas, sin reuniones, sin pantallas. Piensa. Respira. Reflexiona. Cada gran avance que he tenido —desde reestructurar mi empresa hasta lanzar el podcast— vino del silencio, no del ajetreo.
5. Tu pasado no te descalifica: te diferencia
Solía ocultar mi origen. Pensaba que el profesionalismo significaba fingir que no conocía la lucha. Pero la realidad es que la verdadera ventaja de cualquier emprendedor es su perspectiva. El barrio que me enseñó a sobrevivir también me enseñó negociación, innovación y gestión del riesgo… solo que en ese entonces no conocía esas palabras.
Ahora, cuando hablo con nuevos fundadores o emprendedores sociales, les recuerdo: no tienes que sonar corporativo para ser creíble. Solo tienes que ser consistente.
Lección: Deja que tu historia sea tu estrategia. Las mismas calles, tropiezos o etapas que te formaron pueden ayudar a alguien más a construir de manera distinta.
Relacionado: Cómo transformar el dolor de la pérdida en un propósito poderoso
Reflexión final
El emprendimiento no trata solo de productos o ganancias. Se trata de crear estructuras que sobrevivan a tu dolor.
Ya sea que estés lanzando una startup tecnológica, una organización sin fines de lucro o un negocio en tu comunidad, recuerda esto: sanar también es un modelo de negocio. Cuando construyes desde la verdad, construyes algo que perdura.Relacionado: Cuando la vida se derrumba, los emprendedores reconstruyen: 5 lecciones sobre la ciencia de la resiliencia
Conclusiones Clave
- Convertir la adversidad en liderazgo significa abrazar la autenticidad y generar lealtad a través de la empatía, no solo de la autoridad.
- Crear una cultura empresarial con alma e integridad resulta fundamental para escalar de forma sostenible y generar impacto, no solo para aumentar la carga de trabajo.
- El emprendimiento es profundamente personal; aprovechar tu historia única y cuidar tu bienestar emocional son claves para el éxito.
Criado en el sur de Los Ángeles, no soñaba con ser CEO. Soñaba con sobrevivir. Cuando estás rodeado de pobreza, violencia y opciones limitadas, “emprendimiento” suena como una palabra ajena. Pero con el tiempo aprendí que la misma fortaleza que necesitas para sobrevivir puede construir un imperio… si sabes convertir el dolor en propósito.
Hoy dirijo una empresa de servicios humanos que opera en varios estados y conduzco un podcast de impacto social llamado The Giovanne Show. Pero las lecciones que me trajeron hasta aquí no estaban en los libros de texto. Las aprendí en aceras agrietadas, en albergues y en medio del duelo.
Estas son tres cosas que he aprendido y que todo emprendedor —especialmente quienes construyen negocios con propósito— debería saber.
1. El liderazgo empieza en el lugar donde te rompiste
Cuando me convertí en líder por primera vez, intenté guiar desde la perfección. Quería que mi equipo viera a un jefe fuerte e inquebrantable. Lo que no entendía era que la autenticidad genera más lealtad que la autoridad.
Al inicio del camino de mi empresa, perdí a mi madre durante la pandemia. Eso me quebró. Pero ser honesto acerca de ese dolor lo cambió todo. Mi transparencia abrió espacio para que mi equipo se mostrara como seres humanos, no solo como empleados. La productividad aumentó y la rotación disminuyó.
Lección: El lugar que te rompió puede convertirse en el cimiento que construya a otros… si dejas de ocultarlo.
Para quienes están formando equipos: Lleva a cabo este mes una reunión que no sea sobre números. Pregunta a tu gente qué les pesa. Descubrirás que la empatía también es una estrategia de rendimiento.
Relacionado: Cómo ser “auténtico” puede jugar en contra de los líderes — y qué significa la verdadera autenticidad
2. Los sistemas sin alma colapsan
Solía pensar que escalar significaba más hojas de cálculo, más reuniones, más datos. Pero cuando trabajas con personas vulnerables —o lideras cualquier organización con misión social— escalar sin alma solo multiplica la disfunción.
En Mysti’s Adult & Family Services, construimos nuestro modelo operativo sobre el cuidado y la responsabilidad. Cada proceso comienza con una pregunta: “¿Cómo sirve esto a la persona que está al centro?” Ese simple filtro mantiene nuestros sistemas humanos.
Los emprendedores suelen pasar años diseñando embudos de clientes y automatizaciones antes de diseñar la experiencia de pertenecer a su empresa. Pero la cultura también es un sistema — y si no la diseñas de forma intencional, se construirá sola, generalmente de formas que no te gustan.
Lección: Construye sistemas que alimenten la humanidad de tu gente, no solo su carga de trabajo. De lo contrario, escalarás el estrés, no el impacto.
3. No persigas la influencia: construye integridad
En la era de las redes sociales, la influencia parece una moneda. Seguidores, likes, colaboraciones… todo parece equivaler al éxito. Pero la influencia sin integridad es un préstamo a corto plazo con intereses altos.
Cuando The Giovanne Show empezó a ganar tracción, recibí mensajes de celebridades, influencers y patrocinadores. Habría sido fácil perseguir exposición. En cambio, me enfoqué en el alineamiento. Si la colaboración no se ajustaba a mi misión —liderazgo, sanación y reforma social— la dejaba pasar.
Esa decisión protegió mi credibilidad. Meses después, T-Boz, artista ganadora del Grammy e integrante de TLC, respaldó públicamente nuestra plataforma. Esa validación llegó no porque yo persiguiera influencia, sino porque me mantuve auténtico.
Lección: En los negocios y en los medios, la integridad es la verdadera influenciadora. Las alianzas correctas siempre llegan cuando hay consistencia, no cuando hay apariencias.
4. Emprender es un trabajo emocional
Hablamos mucho de escalar empresas, pero casi nunca de escalar el carácter. El emprendimiento estira más tu capacidad emocional que tu capacidad financiera. Si no tienes una práctica que te ancle —fe, terapia, mentoría— la presión puede devorarte.
He aprendido que la estrategia empresarial más subestimada es la quietud. No puedes innovar si siempre estás reaccionando.
Prueba esto: programa “horas de silencio del CEO”. Sin llamadas, sin reuniones, sin pantallas. Piensa. Respira. Reflexiona. Cada gran avance que he tenido —desde reestructurar mi empresa hasta lanzar el podcast— vino del silencio, no del ajetreo.
5. Tu pasado no te descalifica: te diferencia
Solía ocultar mi origen. Pensaba que el profesionalismo significaba fingir que no conocía la lucha. Pero la realidad es que la verdadera ventaja de cualquier emprendedor es su perspectiva. El barrio que me enseñó a sobrevivir también me enseñó negociación, innovación y gestión del riesgo… solo que en ese entonces no conocía esas palabras.
Ahora, cuando hablo con nuevos fundadores o emprendedores sociales, les recuerdo: no tienes que sonar corporativo para ser creíble. Solo tienes que ser consistente.
Lección: Deja que tu historia sea tu estrategia. Las mismas calles, tropiezos o etapas que te formaron pueden ayudar a alguien más a construir de manera distinta.
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Reflexión final
El emprendimiento no trata solo de productos o ganancias. Se trata de crear estructuras que sobrevivan a tu dolor.
Ya sea que estés lanzando una startup tecnológica, una organización sin fines de lucro o un negocio en tu comunidad, recuerda esto: sanar también es un modelo de negocio. Cuando construyes desde la verdad, construyes algo que perdura.Relacionado: Cuando la vida se derrumba, los emprendedores reconstruyen: 5 lecciones sobre la ciencia de la resiliencia
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