El verdadero costo de no calificar tus leads — y cómo mejorar tu proceso de ventas
Perseguir leads no calificados implica un riesgo enorme. Aquí te mostramos cómo construir un proceso de calificación que te ayude a aumentar conversiones y generar crecimiento a largo plazo.
Las opiniones expresadas por los colaboradores de Entrepreneur son personales.
Conclusiones Clave
- No calificar leads puede costarle más a tu negocio de lo que ayuda: consume tiempo, eleva costos y llena tu pipeline con clientes poco adecuados que abandonan rápido.
- Un proceso de calificación equilibrado y bien diseñado asegura mejores conversiones, relaciones más saludables con los clientes y un crecimiento más sostenible.
A todo fundador le encanta tener un pipeline lleno. Pero ¿qué pasa si muchos de esos leads nunca iban a comprar en primer lugar o iban a causarte más problemas de los que valen?
Perseguir leads no calificados es uno de los errores más costosos que cometen las empresas. Agota el tiempo de tu equipo y llena tu cartera de clientes con personas poco compatibles, lo que lleva al abandono y a la frustración de ambos lados.
La tentación de enfocarse en el volumen es real, sobre todo en las primeras etapas, cuando cada consulta parece una oportunidad. Sin embargo, no calificar lo suficiente puede frenar tu negocio más de lo que imaginas.
Los riesgos de no calificar leads
Cuando saltas o minimizas el proceso de calificación, asumes una serie de costos explícitos e implícitos.
Lo primero es el tiempo perdido: tu equipo de ventas dedica horas a llamadas que no llevan a ningún lado. Si el 25% de tus leads no están calificados, eso significa que el 25% de tu nómina en ventas se está desperdiciando desde el inicio.
Incluso si esos clientes llegan a comprar, corres el riesgo de incorporar a personas que consumen recursos, se quejan o abandonan rápidamente. Y si (como es probable) esos clientes se van, terminas con tiempo desperdiciado en todo tu proceso de ventas y de onboarding, además de un equipo desmotivado.
Por qué las empresas subcalifican y la importancia de una calificación sólida
La subcalificación es muy común, especialmente en negocios en etapas tempranas. Los líderes quieren llenar su pipeline rápidamente y mostrarse accesibles para la mayor cantidad posible de prospectos. Cuando eres una empresa nueva, la realidad es que puede que tengas que subcalificar a propósito para obtener casos de éxito y experiencia; pero una vez que ganas tracción, esa historia cambia.
Un proceso de calificación adecuado protege el tiempo de tu equipo y genera un crecimiento más sano y sostenible. Puede traducirse en tasas de conversión mucho mejores, ya que tu tiempo se invierte en los leads con más probabilidades de cerrar. La inversión en ventas y marketing se vuelve más eficiente, y las relaciones con los clientes que resultan son más productivas y alineadas.
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Una autoevaluación de calificación
¿No estás seguro de cómo se encuentra tu proceso de ventas en cuanto a calificación? Aquí tienes algunas pruebas rápidas que te ayudarán a entender dónde podrías estar y qué hacer al respecto.
Si tu pipeline es amplio pero las conversiones son bajas, probablemente se deba a una subcalificación. Otra señal clara es la retención de clientes: si te cuesta trabajo mantenerlos y muchos de los que se van lo hacen porque no había un buen encaje, también es señal de que estás subcalificando.
Revisa a esos clientes que se dieron de baja y a aquellos en los que invertiste tiempo en ventas pero no firmaron, y busca patrones. ¿Tienden a pertenecer a ciertas industrias o a estar en momentos específicos de su ciclo de compra? Esas pistas pueden indicarte dónde puedes calificar de forma más efectiva.
Por otro lado, si tus tasas de conversión son buenas pero el volumen es demasiado bajo, podrías estar sobrecalificando. Revisa lo que les pides a tus prospectos. Por ejemplo, ¿tu gasto mínimo es demasiado alto para el tipo de clientes que estás buscando? Reducir las barreras de acceso para trabajar contigo permite captar leads valiosos que podrás desarrollar y fidelizar a largo plazo.
Un marco para una calificación inteligente
Existen muchas opiniones sobre cómo calificar leads de la mejor manera; algunos señalan marcos fijos como BANT (Budget, Authority, Need, Timeline. En español, presupuesto, autoridad, necesidad y plazo) como la fórmula definitiva. Estos esquemas pueden ser un buen punto de partida, pero una calificación sólida no tiene por qué ser rígida. En su lugar, piensa en un proceso por etapas, con un nivel creciente de exigencia en cada paso.
Al inicio, usa preguntas simples en formularios o breves llamadas de descubrimiento para descartar desajustes evidentes (como presupuesto o ubicación). Puedes dirigir los leads descalificados hacia socios de referencia o rechazarlos amablemente con un redireccionamiento a una landing page. Esto evita perder tiempo y recursos en leads que desde el principio no son adecuados.
Después, añade puntos de control a medida que los prospectos muestran más interés. Por ejemplo, puedes incluir preguntas sobre qué busca el cliente, por qué sus intentos o compras anteriores no funcionaron, o aspectos como urgencia y poder de decisión, en esos primeros contactos, como durante el proceso de agendar una llamada de ventas.
Con esta información, combinada con la que típicamente obtienes en el proceso comercial, puedes dirigir a los leads de mayor calidad a un proceso de ventas más personalizado, nutrir a los leads intermedios con marketing y mantener a los leads de bajo encaje en campañas de awareness de bajo contacto.
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Estar dispuesto a calificar leads genera mejores resultados
Ten en cuenta que también puedes calificar en función de tus interacciones con el lead a lo largo del tiempo y de si esas interacciones se alinean con tu perfil de cliente ideal. Si el prospecto habla mal de su equipo o hace comentarios provocativos durante la llamada de ventas, eso puede ser una señal de que, sin importar el tamaño potencial del trato, terminará siendo más costoso que beneficioso para tu negocio.
No calificar leads lo suficiente puede parecer una forma de jugar a lo seguro y maximizar el crecimiento, pero en realidad es extremadamente arriesgado. Conduce a pérdida de tiempo, aumento de costos y un crecimiento impredecible. Un proceso de calificación bien pensado, que equilibre eficiencia con apertura, es lo que mantiene tu pipeline sólido y tu negocio sostenible a largo plazo.
Conclusiones Clave
- No calificar leads puede costarle más a tu negocio de lo que ayuda: consume tiempo, eleva costos y llena tu pipeline con clientes poco adecuados que abandonan rápido.
- Un proceso de calificación equilibrado y bien diseñado asegura mejores conversiones, relaciones más saludables con los clientes y un crecimiento más sostenible.
A todo fundador le encanta tener un pipeline lleno. Pero ¿qué pasa si muchos de esos leads nunca iban a comprar en primer lugar o iban a causarte más problemas de los que valen?
Perseguir leads no calificados es uno de los errores más costosos que cometen las empresas. Agota el tiempo de tu equipo y llena tu cartera de clientes con personas poco compatibles, lo que lleva al abandono y a la frustración de ambos lados.
La tentación de enfocarse en el volumen es real, sobre todo en las primeras etapas, cuando cada consulta parece una oportunidad. Sin embargo, no calificar lo suficiente puede frenar tu negocio más de lo que imaginas.
Los riesgos de no calificar leads
Cuando saltas o minimizas el proceso de calificación, asumes una serie de costos explícitos e implícitos.
Lo primero es el tiempo perdido: tu equipo de ventas dedica horas a llamadas que no llevan a ningún lado. Si el 25% de tus leads no están calificados, eso significa que el 25% de tu nómina en ventas se está desperdiciando desde el inicio.
Incluso si esos clientes llegan a comprar, corres el riesgo de incorporar a personas que consumen recursos, se quejan o abandonan rápidamente. Y si (como es probable) esos clientes se van, terminas con tiempo desperdiciado en todo tu proceso de ventas y de onboarding, además de un equipo desmotivado.
Por qué las empresas subcalifican y la importancia de una calificación sólida
La subcalificación es muy común, especialmente en negocios en etapas tempranas. Los líderes quieren llenar su pipeline rápidamente y mostrarse accesibles para la mayor cantidad posible de prospectos. Cuando eres una empresa nueva, la realidad es que puede que tengas que subcalificar a propósito para obtener casos de éxito y experiencia; pero una vez que ganas tracción, esa historia cambia.
Un proceso de calificación adecuado protege el tiempo de tu equipo y genera un crecimiento más sano y sostenible. Puede traducirse en tasas de conversión mucho mejores, ya que tu tiempo se invierte en los leads con más probabilidades de cerrar. La inversión en ventas y marketing se vuelve más eficiente, y las relaciones con los clientes que resultan son más productivas y alineadas.
Relacionado: Cómo acortar tu ciclo de ventas y convertir más clientes potenciales
Una autoevaluación de calificación
¿No estás seguro de cómo se encuentra tu proceso de ventas en cuanto a calificación? Aquí tienes algunas pruebas rápidas que te ayudarán a entender dónde podrías estar y qué hacer al respecto.
Si tu pipeline es amplio pero las conversiones son bajas, probablemente se deba a una subcalificación. Otra señal clara es la retención de clientes: si te cuesta trabajo mantenerlos y muchos de los que se van lo hacen porque no había un buen encaje, también es señal de que estás subcalificando.
Revisa a esos clientes que se dieron de baja y a aquellos en los que invertiste tiempo en ventas pero no firmaron, y busca patrones. ¿Tienden a pertenecer a ciertas industrias o a estar en momentos específicos de su ciclo de compra? Esas pistas pueden indicarte dónde puedes calificar de forma más efectiva.
Por otro lado, si tus tasas de conversión son buenas pero el volumen es demasiado bajo, podrías estar sobrecalificando. Revisa lo que les pides a tus prospectos. Por ejemplo, ¿tu gasto mínimo es demasiado alto para el tipo de clientes que estás buscando? Reducir las barreras de acceso para trabajar contigo permite captar leads valiosos que podrás desarrollar y fidelizar a largo plazo.
Un marco para una calificación inteligente
Existen muchas opiniones sobre cómo calificar leads de la mejor manera; algunos señalan marcos fijos como BANT (Budget, Authority, Need, Timeline. En español, presupuesto, autoridad, necesidad y plazo) como la fórmula definitiva. Estos esquemas pueden ser un buen punto de partida, pero una calificación sólida no tiene por qué ser rígida. En su lugar, piensa en un proceso por etapas, con un nivel creciente de exigencia en cada paso.
Al inicio, usa preguntas simples en formularios o breves llamadas de descubrimiento para descartar desajustes evidentes (como presupuesto o ubicación). Puedes dirigir los leads descalificados hacia socios de referencia o rechazarlos amablemente con un redireccionamiento a una landing page. Esto evita perder tiempo y recursos en leads que desde el principio no son adecuados.
Después, añade puntos de control a medida que los prospectos muestran más interés. Por ejemplo, puedes incluir preguntas sobre qué busca el cliente, por qué sus intentos o compras anteriores no funcionaron, o aspectos como urgencia y poder de decisión, en esos primeros contactos, como durante el proceso de agendar una llamada de ventas.
Con esta información, combinada con la que típicamente obtienes en el proceso comercial, puedes dirigir a los leads de mayor calidad a un proceso de ventas más personalizado, nutrir a los leads intermedios con marketing y mantener a los leads de bajo encaje en campañas de awareness de bajo contacto.
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Estar dispuesto a calificar leads genera mejores resultados
Ten en cuenta que también puedes calificar en función de tus interacciones con el lead a lo largo del tiempo y de si esas interacciones se alinean con tu perfil de cliente ideal. Si el prospecto habla mal de su equipo o hace comentarios provocativos durante la llamada de ventas, eso puede ser una señal de que, sin importar el tamaño potencial del trato, terminará siendo más costoso que beneficioso para tu negocio.
No calificar leads lo suficiente puede parecer una forma de jugar a lo seguro y maximizar el crecimiento, pero en realidad es extremadamente arriesgado. Conduce a pérdida de tiempo, aumento de costos y un crecimiento impredecible. Un proceso de calificación bien pensado, que equilibre eficiencia con apertura, es lo que mantiene tu pipeline sólido y tu negocio sostenible a largo plazo.
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