Homenaje o transgresión: el extraño caso de la parodia a los Calico Critters que terminó en demanda

Epoch, la empresa japonesa dueña de los Calico Critters, demandó a una influencer por parodiar a sus personajes con drogas, conflictos familiares y música pop.

Por Entrepreneur en Español Ago 06, 2025
Bloomberg | Getty Images

Lo que comenzó como una irreverente parodia de unos juguetes de animalitos terminó en una batalla legal con implicaciones sobre propiedad intelectual, humor en redes sociales y libertad creativa.

De acuerdo con The New York Times, la compañía japonesa Epoch, fabricante de los icónicos juguetes Calico Critters, presentó una demanda contra la creadora de la cuenta Sylvanian Drama, acusándola de infringir derechos de autor y marcas registradas al usar a estos personajes en videos con temáticas explícitas o satíricas.

Las figuras, conocidas también como Sylvanian Families, son pequeños animales vestidos con ropa conservadora que han sido parte del imaginario infantil desde 1985.

Sin embargo, en plataformas como TikTok e Instagram, su imagen “inocente” ha sido reinterpretada por creadores como Thea von Engelbrechten, quien dio vida al proyecto Sylvanian Drama durante la pandemia mientras estudiaba en Dublín.

En sus videos, conejos y erizos se ven involucrados en situaciones como embarazos adolescentes, dramas familiares, alcohol, drogas, relaciones amorosas fallidas y conflictos sociales.

Todo ambientado con canciones pop como Mr. Brightside o Raise Your Glass, y en ocasiones, mencionando marcas reales como Sephora, Supergoop o Depop.

La cuenta alcanzó más de un millón de seguidores en Instagram y 2.5 millones en TikTok, volviéndose viral entre figuras del entretenimiento y una audiencia sedienta de parodias.

Sin embargo, para Epoch, este éxito no es motivo de celebración, sino una amenaza para su imagen de marca.

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Tributo o competencia desleal

Según la demanda, presentada en abril ante un tribunal en Nueva York, los videos de Von Engelbrechten representan una “competencia desleal” al utilizar los juguetes sin permiso y en contextos que desvirtúan su esencia.

Aunque la creadora no ha emitido declaraciones recientes, en entrevistas ha afirmado que sus contenidos son una forma de “parodia” inspirada en series como Desperate Housewives.

Este no es el primer caso de este tipo. En 2016, el británico Paul Welander fue suspendido de Twitter por subir imágenes cómicas con Sylvanians, posteriormente regresó con figuras personalizadas y una nueva cuenta que hoy suma más de 240,000 seguidores.

El caso de los Calico Critters plantea preguntas relevantes sobre los límites entre homenaje y apropiación, humor y transgresión, creatividad y control corporativo. En un entorno digital donde los juguetes de la infancia se transforman en vehículos de sátira viral, el choque entre cultura pop y propiedad intelectual parece inevitable. Le corresponderá a la justicia determinar si estas parodias son una expresión legítima o una infracción inadmisible.

Aquí te dejamos un ejemplo para que llegues a tu propia conclusión.

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