¡Trabajar sin zapatos! La nueva tendencia en las startups
Caminar sin zapatos en la oficina aporta libertad y comodidad, aunque puede generar problemas de límites y percepción profesional.

Conclusiones Clave
- Esta tendencia refleja un enfoque en la comodidad y la creatividad, pero también plantea retos de percepción profesional y límites interpersonales.
Las startups de Silicon Valley están cambiando la manera de trabajar. Han reemplazado los cubículos tradicionales por espacios abiertos, pufs y cafeterías, buscando que los empleados se sientan cómodos y colaboren más. Pero la última moda no tiene que ver con muebles ni snacks: algunas empresas están dejando que sus equipos trabajen sin zapatos.
De acuerdo con Fortune, en Cursor, una compañía de inteligencia artificial (IA) valorada en $1,900 millones de dólares, Ben Lang, uno de sus colaboradores, comentó que nunca ha estado en una startup que no tenga esta política.
“Solo he trabajado en startups que tienen una política de no usar zapatos en la oficina”, publicó en X, un mensaje que se volvió viral con más de 1.1 millones de impresiones.
No es algo exclusivo de Cursor. Andrew Hsu, cofundador de Speak, una app de lenguaje respaldada por OpenAI y valuada en $1,000 millones de dólares, aseguró que su equipo sigue esta norma desde hace años.
Lang contó que más de una docena de startups ya han adoptado la costumbre de cambiar los zapatos por calcetines o pantuflas.
Trabajar sin zapatos: ¿libertad o incomodidad?
Para algunas personas, andar sin zapatos puede aportar comodidad y libertad. Anita Williams Woolley, profesora de comportamiento organizacional en la Escuela de Negocios Tepper de la Universidad Carnegie Mellon, contó a Fortune que crear un espacio cómodo puede mejorar la creatividad, la innovación y las relaciones entre compañeros.
“Un entorno relajado ayuda a los empleados a colaborar mejor y a sentirse más conectados”, explicó.
Esta tendencia coincide con la adopción en Silicon Valley del horario “996” —de 9:00 a 21:00, seis días a la semana— especialmente común en empresas de IA que buscan mantenerse competitivas.
Sin embargo, Woolley advirtió que trabajar sin zapatos no siempre es positivo. Aunque aporta comodidad, también puede hacer menos claros los límites interpersonales y generar incomodidad para algunos. Además, los calcetines no reemplazan solo a los zapatos; pueden traer problemas de higiene o percepción profesional si no se manejan con cuidado.
Muchas empresas buscan atraer a los empleados de regreso a la oficina con beneficios creativos que fomenten la colaboración, y aunque no todos incluyen trabajar descalzo, sí buscan maneras de hacer el ambiente más ameno. Por ahora, andar sin zapatos sigue siendo una particularidad de startups pequeñas y de rápido crecimiento. Pero a medida que se experimenta con nuevas formas de atraer talento, quizá el business casual del futuro incluya calcetines y no zapatos.
Relacionado: Cómo retener y recuperar al mejor talento
Conclusiones Clave
- Esta tendencia refleja un enfoque en la comodidad y la creatividad, pero también plantea retos de percepción profesional y límites interpersonales.
Las startups de Silicon Valley están cambiando la manera de trabajar. Han reemplazado los cubículos tradicionales por espacios abiertos, pufs y cafeterías, buscando que los empleados se sientan cómodos y colaboren más. Pero la última moda no tiene que ver con muebles ni snacks: algunas empresas están dejando que sus equipos trabajen sin zapatos.
De acuerdo con Fortune, en Cursor, una compañía de inteligencia artificial (IA) valorada en $1,900 millones de dólares, Ben Lang, uno de sus colaboradores, comentó que nunca ha estado en una startup que no tenga esta política.
“Solo he trabajado en startups que tienen una política de no usar zapatos en la oficina”, publicó en X, un mensaje que se volvió viral con más de 1.1 millones de impresiones.
No es algo exclusivo de Cursor. Andrew Hsu, cofundador de Speak, una app de lenguaje respaldada por OpenAI y valuada en $1,000 millones de dólares, aseguró que su equipo sigue esta norma desde hace años.
Lang contó que más de una docena de startups ya han adoptado la costumbre de cambiar los zapatos por calcetines o pantuflas.
Trabajar sin zapatos: ¿libertad o incomodidad?
Para algunas personas, andar sin zapatos puede aportar comodidad y libertad. Anita Williams Woolley, profesora de comportamiento organizacional en la Escuela de Negocios Tepper de la Universidad Carnegie Mellon, contó a Fortune que crear un espacio cómodo puede mejorar la creatividad, la innovación y las relaciones entre compañeros.
“Un entorno relajado ayuda a los empleados a colaborar mejor y a sentirse más conectados”, explicó.
Esta tendencia coincide con la adopción en Silicon Valley del horario “996” —de 9:00 a 21:00, seis días a la semana— especialmente común en empresas de IA que buscan mantenerse competitivas.
Sin embargo, Woolley advirtió que trabajar sin zapatos no siempre es positivo. Aunque aporta comodidad, también puede hacer menos claros los límites interpersonales y generar incomodidad para algunos. Además, los calcetines no reemplazan solo a los zapatos; pueden traer problemas de higiene o percepción profesional si no se manejan con cuidado.
Muchas empresas buscan atraer a los empleados de regreso a la oficina con beneficios creativos que fomenten la colaboración, y aunque no todos incluyen trabajar descalzo, sí buscan maneras de hacer el ambiente más ameno. Por ahora, andar sin zapatos sigue siendo una particularidad de startups pequeñas y de rápido crecimiento. Pero a medida que se experimenta con nuevas formas de atraer talento, quizá el business casual del futuro incluya calcetines y no zapatos.
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