Las mejores ideas no siempre surgen de una lluvia de ideas: a veces llegan por sorpresa

La sorpresa no es solo una emoción pasajera; es una señal de que algo se ha pasado por alto. Para los emprendedores, esos momentos —si saben cómo prestar atención— pueden ser el punto de partida de algo grande.

Por Aytekin Tank Ago 07, 2025
skynesher | Getty Images

Las opiniones expresadas por los colaboradores de Entrepreneur son personales.

Conclusiones Clave

  • La sorpresa funciona como una señal crucial para los emprendedores: indica un potencial desaprovechado o supuestos erróneos que podrían conducir a revolucionarias innovaciones.
  • Adoptar una mentalidad de principiante y mantener la curiosidad te puede ayudar a detectar ineficiencias y patrones que otros no ven, abriendo camino a nuevas oportunidades de negocio.
  • Desarrollar un “radar de sorpresas” mediante técnicas como auditorías de tiempo, explorar campos desconocidos y cuestionar prácticas rutinarias puede ser clave para aprovechar oportunidades inesperadas.

Ser emprendedor implica experimentar una gama de emociones, a veces en rápida sucesión: frustración, inspiración, agotamiento, alegría, satisfacción, enojo, entusiasmo, desesperación… por nombrar algunas. Es una montaña rusa.

El éxito depende de la capacidad de gestionar esas emociones y de no permitir que desequilibren la estabilidad necesaria para seguir adelante en los altibajos. Pero hay una emoción a la que siempre le presto especial atención cada vez que la siento: la sorpresa.

La sorpresa fue lo que me impulsó a fundar mi empresa, Jotform. Corría el año 2005 y yo trabajaba como desarrollador en una empresa de medios en Nueva York, programando formularios web personalizados para editores que los necesitaban con urgencia. Un día, después de haber creado otro formulario casi idéntico, hice lo que haría cualquier desarrollador agotado: busqué una herramienta que hiciera el proceso más fácil.

No encontré nada. Y ahí estaba: la sorpresa. ¿Era posible que no existiera una herramienta así? No existía. En ese momento supe que tenía una buena idea entre manos.

Con el tiempo comprendí que la sorpresa no es solo una emoción pasajera. Es una señal. Una evidencia de que algo se ha pasado por alto o de que una suposición que parecía universalmente aceptada, en realidad, podría estar equivocada. Y para los emprendedores, esos momentos —si saben prestar atención— pueden ser el punto de partida de algo grande.

Relacionado: 63 ideas de pequeños negocios para iniciar en 2025

Cuando la sorpresa golpea

Cuando algo me sorprende, no lo ignoro: lo investigo. He aprendido que esos momentos inesperados suelen contener más información valiosa que horas de lluvia de ideas. Si tropiezas con una idea, el siguiente paso es construir un producto mínimo viable, o MVP, y ponerlo en manos de los usuarios lo antes posible.

Obviamente, no todas las sorpresas llevarán a un producto; muchos MVP terminan en nada, por eso recomiendo desarrollarlos rápidamente. Pero el hábito de notar y reflexionar sobre lo inesperado construye una especie de radar mental, uno que te mantiene alerta a oportunidades que otros no ven.

Lo mismo ocurre con las sorpresas menos agradables. Alguna vez, un cliente de Jotform —una marca muy conocida— me pidió que enviara a un representante de ventas a su oficina para conocer más sobre nuestros otros productos. Me tomó completamente desprevenido. ¿Representantes de ventas? No teníamos ninguno. Hasta ese momento, Jotform había sido un servicio totalmente autogestionado.

Estaba tan desconcertado que no envié a nadie, ni fui yo mismo. ¡Sorpresa! Perdimos al cliente frente a un competidor… que sí tenía equipo de ventas. Ese momento se me quedó grabado y se convirtió en el impulso para crear Jotform Enterprise, que hoy está creciendo tan rápido que superará nuestra versión autogestionada en pocos años.

Agradable o no, sorpresas como estas rara vez son aleatorias. Ponen a prueba nuestras suposiciones y exponen puntos ciegos. Si prestas atención, pueden revelar cuál debe ser el siguiente paso.

Relacionado: Cómo encontrar una idea de negocio que realmente valga la pena perseguir

Sistematizar la sorpresa

Obviamente no se puede planear una sorpresa, pero sí se puede mejorar la capacidad de detectarla. A lo largo de los años, he aprendido a construir lo que considero un “radar de sorpresas”: un sistema que me mantiene sintonizado con lo inesperado, incluso en los momentos más ordinarios.

El primer paso para mí es mantenerme siempre curioso, incluso —o quizás especialmente— al realizar tareas rutinarias. En esos momentos es fácil apagar el pensamiento crítico. Pero justamente ahí suelen aparecer ineficiencias o patrones extraños. ¿Por qué este proceso tarda tanto? ¿Por qué siempre lo hacemos así?

Esta forma de pensar es lo que se conoce como mentalidad de principiante, y puede ser difícil de adoptar si ya no eres un principiante en tu campo. Cuando adquirimos suficiente experiencia en un área, nuestro cerebro crea atajos que, si bien ahorran tiempo, también reducen nuestra capacidad de sorprendernos. Nos volvemos menos propensos a cuestionar por qué las cosas se hacen de cierta manera.

Relacionado: El éxito empresarial no depende solo de las grandes ideas, el capital ni el momento: esto es lo que realmente importa

Una estrategia para evitar que tu cerebro funcione en piloto automático es realizar una auditoría de tiempo, que te puede ayudar a identificar en qué estás consumiendo tu valioso tiempo. Hay muchas plataformas para esto, como Reclaim o Toggl, pero lo importante es que puedas entender claramente qué tareas están ocupando demasiado de tu día.

A partir de ahí, busca herramientas de automatización o inteligencia artificial que puedan aliviar esa carga por ti. Si ya pasó un tiempo desde la última vez que buscaste, hazlo de nuevo — la tecnología de IA está evolucionando rápidamente, y opciones que quizá no existían la semana pasada ahora podrían estar disponibles.

Si todavía no encuentras una solución, considera esto como una oportunidad potencial. Probablemente alguien terminará llenando ese vacío eventualmente. ¿Por qué no tú?

También es fundamental salir de tu zona de confort. Lee libros y artículos sobre temas aparentemente no relacionados con tu trabajo. Habla con personas de diferentes industrias, con otras especialidades o cuyas ideas no coincidan con las tuyas.

¿Será incómodo? Claro. Pero ese es el punto. La sorpresa existe en el límite de las expectativas, justo fuera de lo que creías saber. Si solo te mantienes en lo familiar, rara vez te sorprenderás. Y sin sorpresa, la innovación es poco probable. Mientras más te entrenes para notar lo inesperado, más comenzarás a verlo no como una interrupción, sino como una guía.

Relacionado: Es hora de salir de tu zona de confort: cómo pasar a espacios más amplios y expandir tus horizontes profesionales

Aytekin Tank

Entrepreneur; Founder and CEO, Jotform at Jotform Inc.
Entrepreneur Leadership Network® VIP
Aytekin Tank is the founder and CEO of Jotform and the author of Automate Your Busywork. Tank is a renowned industry leader on topics such as entrepreneurship, technology, bootstrapping and productivity. He has nearly two decades of experience leading a global workforce.

Contenido Relacionado