Exámenes y productividad: descubre la hora en que tu cerebro rinde mejor
La fatiga de los evaluadores y los estudiantes influye en los resultados, y un estudio demuestra que el mediodía es la mejor hora para evaluar.

Aunque muchas personas enfrentan pruebas en su vida diaria, ya sea en entrevistas laborales, presentaciones o exámenes importantes, pocas se preocupan por cuál es el mejor momento para hacerlo. Un estudio publicado en Frontiers in Psychology indica que tal vez sí es necesario tomar en cuenta el momento.
En un análisis realizado por un grupo de investigadores en una universidad italiana, el cual fue compartido por Inc., se descubrió que la tasa de aprobación en más de 100,000 exámenes orales alcanzó su punto máximo al mediodía. Entre las 11:00 y la 13:00 horas, los resultados fueron óptimos, sin importar el cronotopo del examinado, es decir, su ritmo natural de alerta y energía. En cambio, tomar un examen fuera de ese rango horario reducía considerablemente las probabilidades de éxito.
Según el estudio, la clave radica en cómo varía el rendimiento cognitivo a lo largo del día. Mientras que las personas se desempeñan mejor por la mañana, su rendimiento disminuye por la tarde. Por otro lado, factores como el estrés, sobre todo cuando las pruebas están programadas para la tarde, afectan de manera negativa la capacidad de concentración.
Sin embargo, la investigación también sugiere que no solo el examinado se ve afectado por el momento del día. El desempeño de los evaluadores también juega un papel importante. A medida que el día avanza, sus recursos cognitivos se ven agotados. Este fenómeno, conocido como “agotamiento del ego”, implica que tanto los estudiantes como los evaluadores enfrentan niveles de fatiga mental que disminuyen la capacidad de tomar decisiones de manera imparcial.
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Los investigadores explican que la fatiga y la reducción en la flexibilidad cognitiva de los evaluadores pueden llevar a un sesgo hacia decisiones menos favorables para los examinandos. Este agotamiento, como se observó en el estudio, aumenta las probabilidades de rechazo, lo que puede disminuir las tasas de aprobación.
Además de los factores mencionados, otro elemento clave es el cronotopo de la persona que evalúa, ya que su rendimiento y los niveles de fatiga del evaluador también varían a lo largo del día. En un estudio publicado por Proceedings of the National Academy of Science, se encontró que los prisioneros que se presentaban ante la junta de libertad condicional a primera hora de la mañana tenían un 70% de probabilidades de recibir una resolución favorable. Sin embargo, a medida que avanzaba el día, las probabilidades de una decisión favorable disminuían drásticamente.
En conclusión, el momento del día influye tanto en el desempeño del examinado como en la evaluación del examinador. Elegir la hora adecuada, como el mediodía, no solo puede aumentar las probabilidades de éxito, sino también garantizar decisiones más justas y equilibradas. Conocer y respetar nuestros ritmos naturales de alerta y energía es una estrategia sencilla pero poderosa para optimizar resultados y reducir la fatiga mental en cualquier contexto de evaluación.
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