¿Usar IA en el trabajo puede costarte tu empleo? El caso de Kevin Cantera

El mexicano Kevin Cantera usó ChatGPT para mejorar su productividad, pero fue despedido.

Por Entrepreneur en Español Oct 14, 2025
NurPhoto | Getty Images

Conclusiones Clave

  • El caso de Cantera expone un riesgo creciente: en la era de la inteligencia artificial, ser más eficiente no siempre garantiza conservar el trabajo.

Kevin Cantera, un investigador mexicano que pasó más de 17 años trabajando en una empresa tecnológica en Estados Unidos, se vio sorprendido cuando fue despedido tras usar la inteligencia artificial (IA), específicamente ChatGPT, en su trabajo, de acuerdo con reportes de The Washington Post.

Según la información publicada, Cantera fue parte de la compañía durante casi dos décadas. Hace algún tiempo, la empresa, con sede en Nuevo México, decidió fomentar el uso de la IA entre sus empleados.

El trabajador narró al medio que los directivos de la empresa aseguraron que estas herramientas de tecnología avanzada no tendrían impacto negativo en los empleos, y que los trabajadores no tendrían que temer por sus puestos de trabajo.

Alentado por dicha promesa, Cantera comenzó a participar en un programa de experimentación al interior de la empresa que animaba a los empleados a utilizar ChatGPT. 

Con esta autorización, Cantera comenzó a emplear la herramienta para tareas diarias como la verificación de datos, revisión de tono y validación de información para incluirla en documentos internos o externos.

A medida que fue perfeccionando sus indicaciones a la IA, conocidas como prompts, su productividad aumentó considerablemente, lo que le permitió completar sus tareas más rápido sin que ello afectara la calidad de su trabajo.

Según el investigador, ChatGPT se convirtió en una herramienta invaluable, un asistente virtual que facilitaba y optimizaba su labor.

Sin embargo, tras varios meses utilizando la IA, la empresa tomó la decisión de realizar un ajuste de personal. Para sorpresa de Cantera, él fue uno de los empleados afectados, junto con otros colegas con igual o mayor antigüedad en la compañía.

Relacionado: Copilotos inteligentes: la siguiente frontera en la productividad corporativa

¿La IA tuvo la culpa del despido?

Aunque la empresa no ofreció detalles sobre las razones de los despidos ni especificó que el uso de la IA fuera un factor decisivo, Cantera aseguró que su despido estaba directamente relacionado con la utilización de estas herramientas tecnológicas.

Si bien la compañía no confirmó que el uso de la inteligencia artificial fuera el motivo de su despido, Cantera sospecha que su salida está relacionada con ello. Al haber enseñado a la IA a realizar parte de sus tareas, su propio desempeño pudo volverse prescindible dentro de la estructura laboral que ayudó a optimizar.

El caso de Cantera evidencia una de las paradojas más inquietantes de la era digital: al adoptar la inteligencia artificial para mejorar su desempeño, terminó mostrando que su propio trabajo podía automatizarse. Su historia plantea un dilema creciente en el mundo laboral: cuando la tecnología aprende de nosotros, ¿qué tan lejos estamos de volvernos prescindibles?

Relacionado: IA generativa para emprendedores: ¿automatización real o procrastinación con esteroides?

Conclusiones Clave

  • El caso de Cantera expone un riesgo creciente: en la era de la inteligencia artificial, ser más eficiente no siempre garantiza conservar el trabajo.

Kevin Cantera, un investigador mexicano que pasó más de 17 años trabajando en una empresa tecnológica en Estados Unidos, se vio sorprendido cuando fue despedido tras usar la inteligencia artificial (IA), específicamente ChatGPT, en su trabajo, de acuerdo con reportes de The Washington Post.

Según la información publicada, Cantera fue parte de la compañía durante casi dos décadas. Hace algún tiempo, la empresa, con sede en Nuevo México, decidió fomentar el uso de la IA entre sus empleados.

El trabajador narró al medio que los directivos de la empresa aseguraron que estas herramientas de tecnología avanzada no tendrían impacto negativo en los empleos, y que los trabajadores no tendrían que temer por sus puestos de trabajo.

Alentado por dicha promesa, Cantera comenzó a participar en un programa de experimentación al interior de la empresa que animaba a los empleados a utilizar ChatGPT. 

Con esta autorización, Cantera comenzó a emplear la herramienta para tareas diarias como la verificación de datos, revisión de tono y validación de información para incluirla en documentos internos o externos.

A medida que fue perfeccionando sus indicaciones a la IA, conocidas como prompts, su productividad aumentó considerablemente, lo que le permitió completar sus tareas más rápido sin que ello afectara la calidad de su trabajo.

Según el investigador, ChatGPT se convirtió en una herramienta invaluable, un asistente virtual que facilitaba y optimizaba su labor.

Sin embargo, tras varios meses utilizando la IA, la empresa tomó la decisión de realizar un ajuste de personal. Para sorpresa de Cantera, él fue uno de los empleados afectados, junto con otros colegas con igual o mayor antigüedad en la compañía.

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¿La IA tuvo la culpa del despido?

Aunque la empresa no ofreció detalles sobre las razones de los despidos ni especificó que el uso de la IA fuera un factor decisivo, Cantera aseguró que su despido estaba directamente relacionado con la utilización de estas herramientas tecnológicas.

Si bien la compañía no confirmó que el uso de la inteligencia artificial fuera el motivo de su despido, Cantera sospecha que su salida está relacionada con ello. Al haber enseñado a la IA a realizar parte de sus tareas, su propio desempeño pudo volverse prescindible dentro de la estructura laboral que ayudó a optimizar.

El caso de Cantera evidencia una de las paradojas más inquietantes de la era digital: al adoptar la inteligencia artificial para mejorar su desempeño, terminó mostrando que su propio trabajo podía automatizarse. Su historia plantea un dilema creciente en el mundo laboral: cuando la tecnología aprende de nosotros, ¿qué tan lejos estamos de volvernos prescindibles?

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