He sido dueña de más de 30 negocios: cómo dominar el arte de dirigir varias empresas al mismo tiempo
Dirigir varias empresas al mismo tiempo puede parecer abrumador, pero es totalmente posible con el enfoque adecuado.

Las opiniones expresadas por los colaboradores de Entrepreneur son personales.
Conclusiones Clave
- La gestión eficaz del tiempo y la regla 80/20 son fundamentales para los emprendedores que equilibran varios negocios.
- Delegar tareas en equipos capacitados resulta esencial para el crecimiento y para evitar el agotamiento.
- Mantener el orden y proteger el equilibrio entre el trabajo y la vida personal impulsa el éxito y el bienestar mientras se manejan múltiples proyectos.
Dirigir un negocio ya es lo suficientemente desafiante, pero manejar varios a la vez… eso es otro nivel. Lo digo con conocimiento de causa: he sido dueña de más de 30 negocios en mi vida y, como directora ejecutiva, sumar nuevas empresas a nuestro portafolio es prácticamente un deporte. Con los años, he reunido muchas estrategias (y algunas historias francamente entretenidas) que hacen que equilibrar varios negocios no solo sea posible, sino también gratificante. Aquí te comparto mi plan paso a paso de lo que realmente me ha funcionado.
1. La gestión del tiempo es tu superpoder
El tiempo es el recurso más valioso de cualquier emprendedor. Como alguien que dirige varias empresas, no puedo enfatizar lo crucial que es dominar tu agenda. Asigno bloques de tiempo específicos para cada negocio o tarea prioritaria; por ejemplo, cuando llevaba mis dos primeras empresas, dedicaba las mañanas a una y las tardes y noches a la otra. Este enfoque minimizaba distracciones y me ayudaba a concentrarme en lo que realmente importaba cada día.
También soy una firme defensora de la regla 80/20: enfócate en el 20% de las actividades que generan el 80% de los resultados, y no tengas miedo de eliminar o delegar el resto. La tecnología puede ser una verdadera aliada aquí: mi calendario digital (y también el de papel) mantiene a mis empresas y a mí avanzando a toda velocidad.
Aprovecha cada momento libre. Me gusta revisar correos, propuestas o contratos mientras cocino o como. Es una forma sencilla de mantenerme productiva y evitar perder tiempo en tareas que puedo resolver fácilmente en ratos muertos. ¡Cada minuto cuenta!
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2. Delegar como una profesional
Nadie es un superhéroe —y no deberías sentirte obligada a manejar cada tarea por tu cuenta—. Por las malas aprendí que saber qué delegar (y a quién) resulta fundamental. Me concentro en mis fortalezas, como la generación de ideas y la planificación a gran escala, y dejo el trabajo especializado en manos de expertos.
Formar equipos con personas talentosas y de confianza no es negociable. Si contratar personal de tiempo completo no es una opción, hay freelancers y asistentes virtuales altamente capacitados a solo unos clics de distancia. Uno de mis negocios de marketing inmobiliario, por ejemplo, requiere mucha creación de contenido y promoción de propiedades de lujo en California. Externalizar tareas como el diseño gráfico o la edición de video me libera tiempo para enfocarme en iniciativas de crecimiento.
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3. Prioriza sin piedad
Intentar hacerlo todo solo te mareará. Por eso, la priorización sigue siendo una de mis habilidades clave. Cada negocio que dirijo tiene su propio conjunto de objetivos, que normalmente planifico por trimestre, y estos guían mis prioridades diarias y semanales. No todo es urgente; saber distinguir entre emergencias reales y asuntos que pueden esperar es la regla número uno para evitar el agotamiento. Y si surge una tarea similar en varios negocios —como una ronda de revisión de contratos o una gran sesión de planificación de contenidos— la abordo de forma conjunta para maximizar la eficiencia.
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4. Organízate (y mantente así)
La organización es el hilo que mantiene unido este acto de malabarismo. En cada emprendimiento, mantener en orden la comunicación, los archivos y los flujos de trabajo —ahorrando horas que de otro modo se perderían buscando ese documento extraviado— es fundamental. Documentar los procesos también es clave: manuales operativos claros empoderan a mis equipos y facilitan la integración cuando llega el momento de crecer. Además, cada viernes dedico 30 minutos a despejar mi escritorio, limpiar mi bandeja de entrada y cerrar pendientes en mi agenda. Este hábito me ha salvado la cordura más de una vez.
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5. Protege tu equilibrio entre trabajo y vida personal
Seamos realistas: con varios negocios, la tentación de trabajar sin parar es fuerte, pero el agotamiento no es una opción. Por eso establezco límites claros. Aunque me encanta trabajar 24/7, siempre me reservo tiempo para descansar; generalmente, cuando mi cuerpo me lo exige. También me aseguro de programar pausas con regularidad, desde hacer ejercicio a diario hasta disfrutar de las comidas y asistir a eventos divertidos.
Procuro además trabajar en industrias que realmente me apasionan. Cuando invierto en negocios basados en mis hobbies, casi no se siente como trabajo. Por ejemplo, si eres coleccionista de tarjetas de béisbol y lo conviertes en un emprendimiento, podrías asistir a eventos de coleccionismo y visitar tiendas especializadas como parte de tu jornada laboral. Combinar pasión y negocio mantiene las cosas emocionantes y gratificantes. Estos momentos de recarga alimentan la energía y la creatividad que necesito para la semana que viene. Y cuando llegan las victorias —grandes o pequeñas— siempre me tomo un momento para celebrarlas. Es un impulso de ánimo que me recuerda por qué amo este ritmo de trabajo.
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6. Mantente flexible y sigue aprendiendo
Si algo he aprendido a lo largo de mis más de 30 negocios, es que la adaptabilidad es imprescindible. Cada emprendimiento trae sus propias sorpresas y cada error es, en realidad, una lección disfrazada. A veces asumía demasiado o me quedaba atascada en tareas que debería haber soltado, pero cada tropiezo me convirtió en una mejor empresaria. Mantenerme al día con las tendencias del mercado, estar abierta a cambios de rumbo e invertir en mi propio desarrollo —ya sea asistiendo a conferencias, participando en programas de mentoría, sumergiéndome en libros de liderazgo o conectando con otros emprendedores— me hace más efectiva y mantiene a mis empresas un paso adelante.
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7. Disfruta el camino
Llevar varios negocios a la vez puede sentirse como caminar por la cuerda floja (a veces, lo es), pero con planificación, el equipo adecuado y apertura para aprender, es totalmente posible… e increíblemente gratificante. Ningún emprendedor empieza siendo un maestro malabarista. Las habilidades se desarrollan con el tiempo, y la satisfacción de ver crecer tu negocio no tiene comparación. Así que confía en el proceso, celebra tus logros y demuestra al mundo todo lo que eres capaz de alcanzar.